Un error en los pliegos amenaza los plazos de la reforma del Mercado Central

El Gobierno modifica unas cláusulas, lo que hará que la obra salga a concurso unos 20 días más tarde de lo previsto. La nueva convocatoria para cubrir los 28 puestos vacantes se lanzará en febrero

El Gobierno de Zaragoza en Común aprobó ayer una modificación en las cláusulas administrativas que se incluyeron en los pliegos de condiciones de la reforma del Mercado Central. Los cambios hacen referencia a la solvencia técnica exigida a la empresa contratista y a su clasificación empresarial. Este contratiempo puede retrasar los plazos previstos para la reforma de la lonja centenaria de Lanuza, si bien los técnicos calculan que la demora no será superior a veinte días o un mes.

Los pliegos de condiciones se publicaron en el perfil del contratante el pasado 17 de noviembre y entonces se daba de plazo para presentar ofertas hasta el 2 de enero. Es previsible que el nuevo periodo de entrega de ofertas sea el mismo, con lo que la reforma se retrasará varias semanas y su estreno –previsto para la primavera de 2019– podría incluso irse más allá de la próximas elecciones municipales. Las obras, que están valoradas en 10.655.832 euros, durarán unos 12 o 13 meses, que será el tiempo en el que los detallistas estén ‘desterrados’ en la nueva gran carpa provisional que actualmente se monta junto a las Murallas Romanas.

"El posible retraso de los plazos de contratación previstos puede servir para acompasar los tiempos a la segunda ronda de licitación de puestos para el futuro mercado", explicaban ayer fuentes municipales. De hecho, el Gobierno de la ciudad también aprobó la adjudicación de 46 de los 74 puestos previstos tras la reforma, y cuya licencia empezará a entrar en servicio en la carpa provisional a la que se trasladarán, si no surgen problemas, en marzo o abril.

Para cubrir los 28 puestos que están vacíos, el gobierno de ZEC confía en poder sacar una segunda convocatoria a principios del mes que viene, según informó ayer la concejal Teresa Artigas. "En la primera licitación ha habido una gran concurrencia de los detallistas que ya están en el mercado. Ahora, con el proceso asentado, confiamos en que la segunda fase de la licitación atraiga a nuevos interesados", dijo la edil, para quien lo esencial es que "la lonja conserve la misma idiosincrasia de siempre".

Artigas aseguró que al Gobierno no le preocupa el gran número de plazas vacantes porque "con la segunda licitación se dará un salto cuantitativo" y porque "este es un escenario que entra dentro de la normalidad". Estas palabras chocan con las de su compañero Pablo Muñoz, responsable de Urbanismo, quien dijo que si no alcanzaban los 60 interesados se paralizaría el proyecto de reforma. Para la segunda convocatoria está previsto que se flexibilicen algunos criterios, sobre todo en lo referido a la experiencia, dado que hasta la fecha se pedían, al menos, diez años de antigüedad. Se hará "una campaña de comunicación importante" para llamar la atención de quienes no han contemplado instalarse en el Central.

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