Las pelusas de tu casa sirven para un experimento científico

La Fundación Ibercivis lanza el proyecto de ciencia ciudadana 'Micromascotas' sobre microbiología.

Wetlab, laboratorio en Etopía.
Wetlab, laboratorio en Etopía.
Ibercivis

Las pelusas que se acumulan debajo de la puerta en casa, el polvo sobre un mueble o una bayeta usada pueden servir para estudiar microbiología. La Fundación Ibercivis -vinculada a la Universidad de Zaragoza- acaba de lanzar un nuevo proyecto de ciencia ciudadana: 'Micromascotas'. Quieren estudiar los microorganismos que nos rodean; generar una granja de microorganismos en el laboratorio, y enseñar a profesores y curiosos a fabricar biohardware.

"El objetivo del proyecto 'Micromascotas' es acercar la microbiología a los ciudadanos. Queremos hacer visible lo invisible: las bacterias, hongos, levaduras y ácaros que conviven con nosotros, en nuestro entorno y en nuestros cuerpos. Es un proyecto multidisciplinar que une la biología, la física, la química y la tecnología. Es posible gracias a un convenio de colaboración entre el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI), la Fundación Ibercivis y el Ayuntamiento de Zaragoza, a través de Etopía", explica Cristina Hernández, coordinadora del proyecto.

Los científicos piden colaboración a los ciudadanos. Una de las partes de este proyecto es la recogida ciudadana de muestras. Ibercivis busca a mil personas que quieran colaborar enviando muestras de microorganismos de su casa. Para ello piden que pasen un bastoncillo de algodón por un lugar con polvo o pelusa y lo guarden en una bolsa con cierre zip. También sirven muestras de tierra de macetas, o un trozo pequeño (5 por 5 centímetros) de una bayeta usada, un peluche viejo o una almohada usada. Estas muestras pueden llevarse en persona a los laboratorios César en Etopía o enviarlos por correo. Estos laboratorios han sido equipados por la Universidad y están ubicados en el edificio de Etopía (avenida Ciudad de Soria).

Esta fundación también pidió la colaboración ciudadana para estudiar la contaminación ambiental de Zaragoza con plantas de fresas en viviendas particulares. Gracias al proyecto 'Vigilantes del cierzo' se han recogido muestras en 265 puntos. Ahora falta analizar en laboratorios especializados los contaminantes pegados a las hojas de las plantas.

Una granja de microorganimos

"El proyecto 'Micromascotas' tiene varias partes. La recogida de muestras ciudadanas está abierta todo el año. En el laboratorio las analizaremos y más adelante invitaremos a la gente a venir a verla a través de nuestros microscopios y lupas. Con estos datos se puede hacer un mapa de microorganismos de la ciudad", afirma Cristina Hernández.

Las bacterias, ácaros y otros microorganismos también se pueden adoptar. "Vamos a crear una granja de microorganismos en el laboratorio. Colgaremos imágenes e información en la web. E invitamos a quien quiera a adoptar una micromascota. Daremos talleres para enseñar a cuidarlas, a preparar la comida que necesitan y controlar su crecimiento. Está pensado sobre todo para colegios e institutos", explica la coordinadora.

Y la tercera parte del proyecto es más tecnológica. Ofrecen talleres para aprender a fabricar biohardware. "Enseñamos a fabricar aparatos de laboratorio a muy bajo coste, utilizando el equipamiento que tenemos en los César. Los participantes podrán construir sus propios microscopios, incubadoras y placas calefactoras", apunta Cristina Hernández. El primer taller se ha impartido este miércoles.

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