Incertidumbre y despedidas entre los detallistas por la reforma del Mercado Central

El Ayuntamiento de Zaragoza deja claro que habrá un concurso público para conseguir los puestos y puede optar cualquier persona.

La falta de información, la incertidumbre y la preocupación se han instalado en el Mercado Central.  El Plan Director de las obras de reforma del equipamiento que comenzarán en 2018 y que establece la reducción y la salida a concurso de los puestos, además del pago de alrededor de 50.000 euros a quienes quieran optar a ellos, ha dividido a los comerciantes que tienen que plantearse ahora si seguir adelante con sus negocios allí, trasladarlos o cerrar definitivamente.

De los 188 puestos actuales, tras la reforma se pasará a un máximo de 88. Es decir, se eliminarán un centenar de establecimientos, por lo que no todos los detallistas que trabajan en la actualidad tendrán un lugar en el futuro Mercado Central.

Con esta tesitura, de los 84 socios que forma la Asociación de Detallistas del Mercado Central, una veintena han decidido ya no seguir adelante y no aportar ese capital. “La mayor parte por jubilación y otros porque tendrán ya 60 años y no les conviene entrar”, explica José Carlos Gran, presidente de esta asociación. A estos se unen los detallistas que no están asociados, unos 25, que también deberán decidir su futuro.

Un aval de 3.000 euros

Otra de las duda es la falta de información sobre cómo se va a llevar a cabo la concesión. “No sabemos las líneas maestras de ese plan director, dice José Carlos Gran. “Como asociación hemos decidido ponernos un aval de 3.000 euros para presentarnos ante el Ayuntamiento y negociar las nuevas condiciones”, explica el presidente. “Pero ese aval no nos garantiza nada”, prosigue Gran. “Nadie tiene un puesto asegurado en el mercado”, recalca. Este aval se devolverá a sus propietarios en el caso de no conseguir la concesión.

Lorenzo Sinusia, de 56 años, regenta una carnicería en el Mercado Central. “No terminan de decir la realidad para saber dónde nos metemos”, asegura Sinusia. “Yo no llevo idea de seguir porque el plan director no está claro. Soy mayor y no quiero volver a invertir un capital aquí. Mejor me lo guardo para la jubilación”, explica el carnicero.

Lo mismo opina Antonio Bailo, de 60 años, dueño de una pescadería en el mercado, que no va a aporta los 50.000 euros que les exige el plan director para seguir. “Ya tengo unos años y no me atrevo a jugarme el poco dinero que me queda en un mercado nuevo”, dice Bailo.

Para Luis Sanz, dueño de una carnicería, “los 50.000 euros los debería pagar el Ayuntamiento”. “Esto es como un piso”, explica Sanz. “El propietario es el que hace las obras de la reforma, no el arrendatario” dice el carnicero.

Desde el Ayuntamiento aseguran “que se intentará hacer todo lo posible para que los detallistas que quieran seguir en el mercado puedan hacerlo”, aunque a la par dejan claro “que será un concurso público al que puede optar cualquier persona”.

Para la adjudicación de los puestos se valorará una serie de elementos, como la experiencia en el sector, la oferta, los precios y los proveedores. Aunque fuentes municipales aseguran que, “de alguna manera”, la experiencia en el Mercado Central también se tendrá en cuenta.

Para Antonio Bailo, la nueva concesión trae un futuro incierto. “No sé si me prejubilaré o no”, explica el pescadero. “Tengo que esperar hasta el último día. Hasta que el Ayuntamiento me diga que ya no puedo enganchar mañana. Hasta ese día tengo que aguantar aquí”, concluye Bailo.

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