La reforma del Mercado Central comenzará dentro de un año y costará casi 10 millones

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, ha presentado este viernes el plan director de la lonja zaragozana, que perderá un centenar de puestos.

El mercado mejorará su cerramiento y su accesibilidad. Además, en la zona donde hoy se levantan los arcos de hormigón se creará un espacio peatonal.
El mercado mejorará su cerramiento y su accesibilidad. Además, en la zona donde hoy se levantan los arcos de hormigón se creará un espacio peatonal.
R. Labodía

La intención municipal es modernizar el Mercado Central sin que el equipamiento pierda su identidad. "Seguirá siendo un mercado local de abastecimiento tradicional pero se revitalizará incluyendo nuevos servicios y, además, trataremos de poner en valor el edificio que es Bien de Interés Cultural", ha dicho el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, durante la presentación del Plan Director de la lonja, que han elaborado para Zaragoza Vivienda la UTE formada por Ingennus y Baika.

 


Las obras para la ambiciosa reforma comenzarán dentro de doce meses, que es el tiempo que se calcula que se tardará en tramitar las concesiones administrativas. Los trabajos se prolongarán durante otros 12 meses, con lo que el nuevo mercado no abrirá, al menos, hasta 2019.


El Ayuntamiento ha optado por un modelo de gestión directa, "para no perder el control de la lonja", lo que implicará una importante inversión municipal, si bien los detallistas también tendrán que pagar gran parte de la reforma. Según el plan director -que trabaja con distintas horquillas y variables- la reforma costaría 9.577.903 euros, de los que el Consistorio aportaría 2 millones a fondo perdido. Los minoristas, con un aportación inicial de 50.000 euros de media, se harían cargo de 4,4 millones, y de algo más (unos 3 extra) a través del canon de unos 60 euros al mes durante 50 años. Además, los detallistas también participarían en algunos gastos de gestión como la vigilancia o la limpieza.


Mientras duren las obras, según el llamado 'plan de transición', se habilitará una carpa en la trasera del Mercado (en la calle de Lanuza), donde hoy se encuentran unos arcos hormigonados y se hacen trabajos de carga y descarga. Este espacio, una vez acaben los trabajos, quedará abierto al barrio con árboles, terrazas, una vía ciclista...


Respecto al interior del mercado, se pasará de los 187 puestos actuales a un máximo de 88 (con una anchura de 4 o 5 metros), se ganará un gran pasillo central de 7,60 metros de ancho y se incluirán escaleras mecánicas (si Patrimonio lo permite) para mejorar la accesibilidad. También se modificará el cierre y se creará una suerte de cubo de cristal, eliminando las mamparas actuales y dando un aspecto más liviano.

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