La carrera en taxi desde la avenida Compromiso de Caspe a la calle de Tomás Bretón un sábado de madrugada cuesta 18.50 euros. Sin embargo, a Darwin Marcelo Morocho el recorrido le va a costar 635, porque quiso hacer un ‘simpa’ y acabó denunciado por estafa. Pero la broma podría resultarle aún más cara, ya que la juez que lo ha condenado le advierte de que si no paga la multa de 600 euros y el servicio (que ahora asciende a 35 euros, por el tiempo que tuvo parado y esperando al taxista) podría pasar hasta un mes en prisión.

Los hechos se produjeron sobre las 4.00 del pasado 6 de noviembre, cuando el encausado dio el alto a un taxi en Las Fuentes para que lo llevara a Bretón. Según la sentencia, desde el primer momento, el joven no tenía intención de pagar la carrera. Pese a ello, al llegar al destino, este le dijo al conductor que no llevaba efectivo e iba a subir a su casa para coger dinero y pagarle.

El taxista no se fio y acompañó al cliente al que supuestamente era su portal, porque, como supo después, ni aquella era la casa del joven ni este tenía intención de abonar la carrera. Convencido de que no iba a conseguir cobrar, llamó a la Policía Local, que envió a una patrulla y procedió a identificar al moroso. La Fiscalía pedía una multa de 360 euros, pero el taxista, representado por Marco Antonio Navarro, elevó la suma a 600. Y dado que ni siquiera ha pedido disculpas, la juez ha sido severa con el acusado.