El Ayuntamiento licita el plan director del parque del Tío Jorge
La convocatoria llega nueve años después de la última inversión de calado en este espacio verde.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha sacado a licitación la redacción del plan director del parque del Tío Jorge por un valor de 21.780 euros. El plazo de presentación de ofertas concluye este sábado, con lo que se permitirá dar salida a un proyecto que lleva años de retraso.
De hecho, la última gran inversión en esta zona verde de la capital aragonesa se remonta al año 2007, cuando con 700.000 euros se impermeabilizó el lago, se construyó una pasarela y solo después de las protestas vecinales hubo cambios en el alumbrado. Además, se plantaron 143 árboles.
El parque del Tío Jorge es uno de los principales pulmones de la ciudad, pero muestra un importante estado de abandono, por la carencia de inversiones. Este verano, el concejal Alberto Cubero repitió que su compromiso era sacar adelante un plan "que ya debería estar redactado" -estaba previsto para la primavera-, pero achacó a la falta de personal en el área los sucesivos retrasos.
De ahí que finalmente el Consistorio haya tenido que externalizar la redacción del proyecto, que definirá las líneas maestras y las actuaciones a llevar a cabo. En concreto, se analizará su situación actual, la opinión de los vecinos, los flujos, recorridos y accesibilidad del parque (que cuenta con 151.000 metros cuadrados de superficie), los equipamientos y el estado de la vegetación, entre otros.
El próximo plan director en llegar, según confirmaron fuentes municipales, será el del parque Torrerramona, que cuenta con una partida similar, de 25.000 euros.
571 avisos de podas pendientes
Por otro lado, Alberto Cubero reconoció en la comisión de Servicios Públicos de este lunes que en la actualidad hay pendientes de resolver 571 avisos de vecinos para podar árboles en mal estado. En este sentido, fuentes municipales señalan que la partida para este tipo de trabajos de conservación ha estado históricamente infradotada.
De tal forma que si un árbol debería podarse cada cuatro años, en la actualidad esta labor se realiza en una media de siete años. Al margen de las podas programadas, los avisos que realizan los ciudadanos para actuar en determinados ejemplares, se responden en función de cuestiones de seguridad, por lo que algunos se atienden al día siguiente, pero otros se retrasan más, explican desde el Ayuntamiento.
En este sentido, el Consistorio está a la espera de la creación de un inventario de los árboles de la ciudad, que contendrá su geolocalización, y otros indicadores como la poda o el riego, que permitirá mejorar su conservación.
