Los centros escolares de Zaragoza comenzarán el curso con cuatro aulas más abiertas que el pasado curso, a pesar de que, tras el proceso de escolarizacíón, se esperaba que esa cifra sería más abultada. En la comisión de escolarización de la ciudad, el Gobierno de Aragón anunció que doce centros que se preveía que tendrían una clase extra en primero de infantil no la podrán abrir finalmente porque no han conseguido reunir a los alumnos necesarios para llenar todos los grupos.

Esto sucederá, además, en colegios de casi todas las zonas escolares en las que está dividida la ciudad. Pero lo que ha sentado mal entre los sindicatos ha sido que estas doce aulas previstas desde el comienzo de la escolarización, y que no llegarán a ponerse en marcha, sean todas de colegios públicos. De esta manera, STEA denunció este miércoles, en una nota de prensa, esta situación. "La Administración viene engordando la educación privada concertada autorizando la apertura de nuevas vías en zonas donde la educación pública podía dar cabida a la demanda previsible", dijo.

Por su parte, CC.OO. cree que esta situación debe obligar a replantear el próximo proceso de escolarización, "con un mayor equilibrio entre la oferta pública y la concertada, de modo que estas supresiones no recaigan solo en la enseñanza pública".

Sin embargo, el Gobierno de Aragón defiende que, si no han podido autorizarse más aperturas de clases ha sido por falta de demanda, independientemente de la titularidad de los centros. Como destacó ayer, las cuatro clases suplementarias que habrá este año respecto al pasado se suman a las seis que ya abrieron en 2015, "con el objetivo de dar una atención más individualizada y una mayor calidad de la educación", señalaron desde la Consejería.

Educación también subrayó que la bajada de ratios en la mayoría de colegios –en algunos, como en el barrio de Valdespartera, no se ha podido por la cantidad de alumnado que se concentra en la zona– obliga a ofertar más vías, a pesar del descenso del alumnado que se viene produciendo.

"Un gran volumen de vacantes"

Por su parte, la federación de asociaciones de padres y madres de la pública, Fapar, informó de que la medida tomada ya se había planteado en anteriores reuniones de la comisión de garantías, pero no se había llegado a concretar a la espera de que se realizaran adjudicaciones fuera de plazo, que podían haber variado el escenario. De hecho, según datos de CC. OO, se han producido 1.010 solicitudes entre el 22 de abril y el 17 de agosto, 400 de ellas en la etapa de infantil, y se han adjudicado 855 vacantes. Pero no ha sido suficiente para esos doce colegios. Según Fapar, mantener las clases previstas sin los alumnos necesarios podría haber provocado que no tuvieran un auxiliar de educación infantil.

La federación también quiso resaltar que, si se hubieran mantenido las ratios, sí hubiera habido que cerrar aulas, pero que no se lleguen a abrir las que estaban previstas "no es traumático". En cualquier caso, descartó que esta decisión se tome contra la pública y anunció que estará atenta por si en alguna otra localidad aragonesa se producen situaciones similares en colegios concertados, para pedir el cierre de aulas.

"Cuando las clases están concertadas no es tan sencillo cerrarlas. Pero si hay vacantes en un centro de este tipo, pediremos que se abra un expediente para que el año siguiente no se renueve", avisaron desde Fapar, a lo que apostillaron: "En Zaragoza capital no hay ningún caso en ese supuesto. Si lo hay, le pondremos nombre".