Desde el viernes habrá que esperar más al bus por el recorte de frecuencias en verano

En torno al 20% de la flota se quedará en cocheras, aunque el recorte más drástico llegará la segunda quincena de julio. El tranvía también modifica a la baja sus tiempos de paso.

Numerosos usuarios esperan que llegue el autobús en una de las marquesinas del paseo de Sagasta.
Numerosos usuarios esperan que llegue el autobús en una de las marquesinas del paseo de Sagasta.
Guillermo Mestre

Después de cuatro meses de huelga del bus, los zaragozanos saben sobradamente lo que es armarse de paciencia en las paradas. A partir del próximo 1 de julio tendrán que volver a hacerlo, aunque afortunadamente las esperas bajo las marquesinas no se deberán a los paros en el servicio sino al habitual recorte del horario estival.


El Ayuntamiento avaló la semana pasada los recortes que empezarán a aplicarse el próximo viernes, que tratan de "acomodar la oferta a la demanda real" porque –según explica– en los meses de verano bajan mucho los niveles de uso del transporte público como consecuencia de que la ciudad sufre un éxodo vacacional. Por segundo año consecutivo, la rebaja del servicio se hará en dos tandas: una a partir del próximo viernes y otra más restrictiva a partir del viernes 15, que es cuando se eliminarán refuerzos puntuales de las líneas más demandadas.


El Consistorio ha analizado los datos de demanda del año pasado, de modo que durante la primera quincena de julio se reforzará el servicio en líneas como las 24, 32, 33 y 39. También la 22 se incorpora este año al listado de privilegiadas que contará con más buses estas primeras semanas. Además, otros itinerarios como los de las 23, 34 y 35 funcionarán con vehículos dobles, aunque –de media– sí verán recortada su frecuencia de paso en torno a un 20%.


También hay líneas, esencialmente las lanzaderas, cuyo servicio habitual está tan reducido al mínimo que resulta imposible recortarlas más. Así, en días laborables, las líneas 28, 43, 50, 51, 54, 55, 56, 57, 58, 59, C1 y C4 prestarán servicio con los mismos cuadros de marcha del resto del año. "Los recortes son muy parecidos a los del año pasado. Hay algún refuerzo testimonial en líneas con buses dobles, pero en esencia se aplican los mismos criterios que en 2015", explican fuentes del comité de empresa de Urbanos de Zaragoza.Los barrios más afectados


A partir del viernes, por lo tanto, habrá que esperar más tiempo bajo las marquesinas y, si la cadencia de paso de un bus es de unos cinco minutos, ahora habrá que esperar siete u ocho para poder cogerlo. El Ayuntamiento estima que el servicio cae menos de un 20% mientras que los usuarios llegan a descender hasta un 40%. Además, mantiene inalterados los horarios de las primeras y últimas salidas en todos los terminales "para que los perjuicios sean los mínimos posibles".


Con los nuevos cuadros de marchas, sobre el papel, parece que hay algunos barrios como San José o Torrero que se verán más afectados que otros. Así, en Las Fuentes ya el año pasado se pidió al Ayuntamiento que la línea 22 mejorara su frecuencia en verano y gozara de los refuerzos que se concedían a otros recorridos. Se quejan los vecinos de que las esperas aumentan una media de 4 minutos (la frecuencia pasa de 8 minutos a 12) y que el barrio tampoco se encuentra entre los beneficiados por la línea 1 de tranvía, por lo que se sienten "represaliados".


En la margen izquierda también se pide más servicio para la línea 36, y los vecinos del barrio Jesús presentaron recientemente una propuesta a Movilidad para cambiar el recorrido de la línea 21 (que se adentre por las calles de Cosuenda, Arnal Cavero y Aguarón), con lo que se conseguiría dar servicio a unos 4.000 vecinos cuyos domicilios están a más de 500 metros de las paradas actuales.


También en Santa Isabel recuerdan que fueron los grandes paganos de la eliminación de la línea 45 y, por ello, piden un mejor servicio de bus o que se cumpla la promesa de que el 21 llegaría hasta el barrio. Las asociaciones vecinales Gaspar Torrente y Ríos de Aragón-Avenida Cataluña han entregado a los diferentes grupos municipales un documento con las propuestas que permitirían la llegada de una segunda línea de bus a Santa Isabel. Aprovechan así las entidades vecinales que la concejal Teresa Artigas ha abierto una Mesa del Transporte Público para analizar con los distintos barrios las mejoras (vía nuevos carriles bus o plataformas de espera) que pueden introducirse en el servicio. De momento, ya se han examinado las líneas 24 y 35, y se han sometido a análisis los recorridos de las 21, 32 y 39.


Por otro lado, respecto al servicio de tranvía, las frecuencias durante el mes de julio serán similares a las aplicadas el pasado año, "manteniéndose los criterios de refuerzo durante el mediodía y los fines de semana". En días laborables y los sábados lo que llaman "retoques de frecuencias" no superan un minuto de diferencia respecto a los actuales.

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