El Gobierno de Zaragoza en Común sufrió ayer una dura derrota política tras perder todas y cada una de las votaciones en el pleno que había solicitado el PP para exigir el desbloqueo de los trámites de cuatro grandes proyectos, que suman 218 millones de inversión. Los populares recibieron el permanente apoyo del PSOE para exigir así a ZEC que "deje de paralizar" tanto los informes del proyecto del ‘outlet’ Torre Village, en los actuales suelos de Pikolin; como la solicitud de cambio de suelo en el colegio Lestonnac para levantar un supermercado;la licencia de derribo en Averly para construir 160 pisos; y los estudios sobre el estado del campo de fútbol de La Romareda y la tasación de la manzana por la que se ha interesado Quirón, para construir un hospital en este ámbito.

El Gobierno de ZEC vio cómo, además de que PP y PSOE sacaron adelante cada iniciativa, ambos partidos tuvieron el apoyo de Ciudadanos en todas ellas salvo en el caso de la tasación de la pastilla de Romareda, algo que apoyó incluso CHA. Los nacionalistas, sin embargo, votaron en contra de instar al derribo en Averly y se abstuvieron en los otros dos.

El portavoz del PP, Jorge Azcón, concluyó el pleno extraordinario constatando la "imagen de debilidad" del Ejecutivo de Santisteve y "el mayor vapuleo en décadas" al perder todas las votaciones. Azcón animó a ZEC a no dejar de lado las inversiones privadas y a evitar gestionar únicamente con las de carácter público, algo que calificó de "poco inteligente". El portavoz socialista, Carlos Pérez Anadón, en este sentido, pidió al Gobierno que no esconda sus contactos en materia urbanística –apuntó que ayer el concejal del ramo, Pablo Muñoz, se reunió "dos horas" con Alfonso Soláns, presidente de Pikolin, para hablar del proyecto Torre Village– y le animó a "ponerse a trabajar".

El alcalde, Pedro Santisteve, aseguró que su Gobierno plantea un "modelo de ciudad diferente" que no está basado "en pelotazos urbanísticos ni en un modelo de mordidas". El pleno estuvo repleto de expectación –contó con casi veinte intervenciones del público, todas ellas favorables al Gobierno, así como con la presencia del secretario general de Podemos Aragón, Pablo Echenique, acompañado por varios diputados de su grupo– y se desarrolló en un tono tenso, en especial y de nuevo, entre ZEC y el PSOE.

La concejal socialista Lola Ranera, en este sentido, acusó al edil de Urbanismo, Pablo Muñoz, de "dogmatismo" y de una "paralización de la ciudad" que, aseguró, "figuraba en su programa electoral". La edil, a lo largo del pleno, pidió en reiteradas ocasiones a ZEC "debatir" sobre proyectos.

Muñoz, por su parte, afirmó que el pleno no era algo "serio" ni "constructivo" y que, más bien al contrario, formó parte "de un programa de descrédito organizado y acoso sistemático a las alcaldías del cambio".

"Seguridad jurídica"

En su primera intervención, al hablar de la tramitación urbanística de Torre Village, Azcón se refirió entonces a la "seguridad jurídica" imprescindible para cada uno de los proyectos y a la necesidad de permitir el debate político de cada uno "sin informes en los cajones". El edil Pedro Navarro (PP), por su parte, cuestionó la diferente velocidad en la tramitación de expedientes, sobre todo al hablar del caso del Lestonnac. En cuanto a Averly, tanto PP como PSOE recordaron que se trata de una "propiedad privada" a la que habría que indemnizar y pactaron una transacción que, además de instar a la licencia de derribo, pide contar con el visto bueno de la Fiscalía de Medio Ambiente.

Alberto Casañal, de C’s, se mostró muy crítico con la "paralización" de Torre Village o Averly y CHA se mostró a favor de tramitar cada proyecto, al margen de su posición en cada caso.