Dos albañiles salvaron la vida ayer tras pasar más de tres horas atrapados entre los escombros de la casa de Nuévalos en la que estaban trabajando. Por causas que todavía se desconocen, el edificio se vino abajo. Estos dos empleados de una constructora de la localidad tuvieron que ser trasladados hasta el hospital Clínico de Zaragoza, donde se encuentran ingresados –uno de ellos en la unidad de cuidados intensivos– con pronóstico grave.

El suceso ocurrió un poco antes de las 11.00 mientras los dos obreros (Ramón M., de 42 años y natural de Carenas y Joaquín C. R., de 49 años, vecino de Ibdes) trabajaban en las obras de rehabilitación de la vivienda del alcalde de Nuévalos, Manuel Peiró. El tejado de esta casa, ubicada a unos 500 metros del casco urbano del pueblo, se vino abajo. El derrumbe no afectó a ningún otro inmueble porque este se encuentra aislado.

Un vecino que trabaja con el camión de la basura fue el primero que dio el aviso al 112 –la llamada se recibió sobre las 11.09–. Nada más enterarse de lo sucedido, una veintena de vecinos acudieron hasta allí para tratar de ayudar. También se desplazaron a la localidad varias patrullas de la Guardia Civil de Aniñón, Alhama, Ateca y Calatayud; Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza (de los parques de Calatayud, Daroca, Cariñena y Ejea), voluntarios de Protección Civil, personal sanitario del consultorio local y del 061, varias ambulancias y el helicóptero de emergencias.

El alcalde confirmó poco después del suceso que era su casa la que se había hundido y que había dos albañiles atrapados. "Llevaban unos días haciendo unas obras estructurales porque la casa estaba en mal estado", contó Peiró. Tras el susto inicial, el regidor tuvo que ser atendido por los sanitarios, ya que sufrió una crisis de ansiedad. Una vez tranquilizado, agradeció públicamente todas las muestras de apoyo recibidas. "Lo más importante es que los heridos se recuperen cuanto antes. Ha sido un día muy duro, sobre todo pensando en lo que ha podido pasarles", señaló Manuel Peiró. "Quiero dar las gracias de todo corazón a todas las personas que durante todo el día nos han ofrecido su ayuda y a todos los servicios de emergencia, que se han volcado en las tareas de rescate y han hecho todo lo posible por salvar a las víctimas", añadió.

Grúas, perros y un dúmper

En los trabajos de rescate, que duraron más de dos horas y cuarto, participaron 17 bomberos de la DPZ y dos perros del grupo de guías caninos. También se contó con la ayuda de una grúa del servicio de Recursos Agrarios. Según explicaron fuentes de la institución, las víctimas estuvieron conscientes en todo momento, lo que facilitó su localización, aunque fueron los perros los que indicaron la ubicación exacta. En el momento del accidente, se encontraban en la planta baja de la vivienda, por lo que quedaron atrapados debajo de todos los escombros. Uno de ellos, el que a priori parece menos grave, pudo protegerse debajo de un dúmper que había en el interior de la casa.

Según explicaron los bomberos de la DPZ, en el rescate se organizaron dos equipos, uno por cada víctima. Fueron asegurando la zona para evitar que se produjeran nuevos derrumbes o corrimientos y retiraron los escombros manualmente y con medios hidráulicos. Primero se les liberó la cabeza y el torso para que pudieran recibir las primeras asistencias médicas. Una vez controladas sus constantes vitales, se trabajó para sacarles por completo.

Uno de los albañiles, el de 42 años que está en la uvi, fue evacuado en helicóptero y trasladado al Clínico. Fuentes del Gobierno de Aragón explicaron que se encontraba con pronóstico grave. En cuanto al otro trabajador, las mismas fuentes añadieron que permanecía en Urgencias del mismo hospital.