MEDIO AMBIENTE

Un estudio aconseja controlar la mosca negra con tratamientos en el Bajo Cinca

El informe propone hacer un seguimiento de estos insectos y echar un insecticida biológico en los ríos cuando se detecten picos de población.

En Cataluña, los tratamientos contra la mosca negra cuesta cientos de miles de euros.
Un estudio aconseja controlar la mosca negra con tratamientos en el Bajo Cinca
HERALDO

Un estudio encargado por el Gobierno de Aragón recomienda hacer un seguimiento de la mosca negra en el Bajo Cinca y aplicar tratamientos de erradicación cuando se detecten picos importantes en estas poblaciones de simúlidos. El informe, realizado por la empresa que se encarga de combatir los mosquitos en Monegros y en otras zonas de la Comunidad, destaca además que la prueba piloto realizada en 2009 en el Cinca y en el Flumen fue "muy positiva", ya que en todas las zonas tratadas la mortalidad de las larvas se acercó al cien por cien.

Ahora, los cuatro departamentos de la DGA afectados por la proliferación de la mosca negra deberán analizar las conclusiones de ese trabajo y hacer las aportaciones de consideren oportunas. Fuentes del Ejecutivo autonómico explicaron que la idea inicial es remitir después el estudio a las comarcas afectadas para que sean ellas las que decidan si impulsan el seguimiento y los tratamientos propuestos. No obstante, no se descarta que las consejerías implicadas establezcan algún tipo de ayudas.

Los simúlidos son una familia de insectos voladores conocidos genéricamente como moscas o mosquetas negras que viven en la vegetación próxima a los ríos y ponen sus huevos en el agua, donde se desarrollan hasta su fase adulta. Miden entre tres y cinco milímetros, y su picadura es muy dolorosa, ya que en vez de clavar un aguijón tienen un aparato mordedor que desgarra la piel. Además, la toxicidad de su saliva provoca fuertes reacciones alérgicas.

Inicialmente, las moscas negras vivían en los cauces de Montaña. Sin embargo, los cambios en los usos del suelo -en concreto, la transformación de nuevos regadíos- han hecho que estos insectos hayan colonizado los canales, las acequias y los ríos de otras zonas como los Monegros, las Cinco Villas y, sobre todo, el Bajo Cinca.

No es un problema de salud

En esta última comarca, la expansión de los simúlidos provocó que en el verano de 2007 se multiplicaran las quejas de vecinos y ayuntamientos. El Gobierno de Aragón estudió el número de atenciones sanitarias relacionadas y concluyó que de momento las moscas negras no suponen un problema de salud como el que sí tiene Cataluña -comunidad en la que solo en 2006 hubo más de 2.000 casos-. No obstante, y en previsión de que el problema pueda ir a más, al año siguiente la DGA decidió hacer un estudio sobre la proliferación de estos insectos.

El trabajo, encargado a la empresa pública Monegros Servicios Ambientales, incluyó una prospección de los ríos Cinca, Flumen y Alcanadre que dio como resultado el hallazgo de hasta siete especies diferentes de simúlidos. Además, también se ensayó un método de control de las poblaciones que consistió en aplicar en varios tramos del Cinca y el Flumen un producto biológico que mata las larvas de mosca negra y de otros mosquitos sin dañar al resto de animales y plantas.

Mortalidades de más del 80%

La prueba piloto tuvo lugar en junio del año pasado, y los recuentos de larvas realizados antes y después de haber echado el bioinsecticida mostraron que el porcentaje de erradicación se situó en casi todos los casos por encima del 80%. En las zonas en las que la mortalidad fue baja se estudiaron las causas para mejorar la eficacia de los posibles tratamientos futuros.

Los autores del estudio aconsejan utilizar la red de seguimiento de los simúlidos para detectar cuándo y en qué zonas se está produciendo un aumento importante de las poblaciones de mosca negra. Así se podrán aplicar los tratamientos de erradicación antes de que las larvas pasen a su fase adulta -si echan a volar, ya es prácticamenet imposible eli- minarlas-. De esta forma se conseguirán los mejores resultados con la menor inversión posible.