Hasta hace unas décadas, finales de los años 90 del año pasado, la mayoría de los españoles disfrutaba de sus vacaciones durante un mes entero, la mayoría de las veces en julio y agosto, ya que muchas empresas privadas y entidades públicas cesaban su actividad durante ese tiempo.

Últimamente, los hábitos vacacionales de los españoles han cambiado, y son cada vez más las personas que apuestan por escapadas de 3 o 4 días o, incluso, de un fin de semana a lo largo del año frente a las vacaciones de sus padres y abuelos, que se concentraban en periodos muy cortos de tiempo.

Según varios estudios presentados recientemente, el 55% de los españoles prefieren dar rienda suelta a la improvisación y organizar una escapada de dos o tres días con poca antelación y reservadas por móvil. De hecho, según Musement, operador de actividades turísticas, las reservas de actividades de ocio y tiempo libre vía móvil han crecido un 80% en comparación con el año pasado y con perspectiva de seguir aumentado, ya que “la libertad de reservar desde cualquier lugar y en cualquier momento es clave para este tipo de escapadas", apuntan estas fuentes.

Con estos cambios de hábitos, tenemos menos tiempo de vacaciones seguidas, pero las mismas ganas de disfrutar y aprovechar al máximo el tiempo y el lugar donde se viaje. Y para lograrlo, os ofrecemos tres consejos que os ayudarán a conseguirlo:

Organízate en el lugar de destino. Muchas personas suelen reservar con antelación las atracciones turísticas típicas de los destinos, a los que acuden. Sin embargo, las  recomendaciones de la gente del lugar "nos puede llevar a conocer rincones de la ciudad que no salen en las guías o, incluso, celebraciones, festividades o actividades que desconocemos”, explica Letizia Stok, Country Manager en España de Musement. Mimetízate: la mejor opción para aprovechar tu destino al máximo en pocos días es que lo vivas como uno más del lugar. Las experiencias o rutas recomendadas por gente del lugar permiten a los viajeros vivir los destinos como propios ciudadanos.  En muchas ocasiones las atracciones turísticas suponen largas colas de espera por ello, si dispones de poco tiempo, es mejor que vivas la ciudad y visites lugares alternativos y autóctonos. Más ahorro. Viajar fuera de temporada permite encontrar auténticos chollos, que hacen que el presupuesto destinado a las vacaciones baje considerablemente. Las ofertas de última hora permiten disfrutar de sitios que en temporada alta serían prohibitivos. Más información en el Suplemento Aragón, un país entre montañas