ADIF estudia arreglar 2 tramos en los que el tren va a menos de 30 kilómetros por hora

Los trabajos mejorarían la plataforma y los terraplenes del puente de la Rambla y la zona de Caparrates, cerca de Teruel

La empresaria Marta Fernández, delante de su alojamiento turístico autosuficiente.
La empresaria Marta Fernández, delante de su alojamiento turístico autosuficiente

Dos de los tramos en peor estado de la vía férrea entre Teruel y Valencia podrían ser reparados próximamente por ADIF, la empresa pública que se ocupa del mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias. Se trata de 100 metros en el puente de la Rambla –a menos de dos kilómetros de la capital turolense–, en el que los trenes se ven obligados a circular a 20 kilómetros por hora, y otros 300 metros en la zona conocida como Caparrates, también muy próxima a la ciudad y cuyo deterioro prohíbe a los convoyes superar los 30 kilómetros de velocidad por hora.


Respecto al puente de la Rambla, ADIF acaba de finalizar un estudio geotécnico realizado para conocer la situación del terraplén cuyas conclusiones serán incorporadas al proyecto de mejora del tramo. No obstante, la redacción del documento no estará acabada hasta este verano y sería en fechas posteriores cuando las obras saldrían a licitación y se adjudicarían a una empresa, por lo que los trabajos de reparación no empezarían antes del próximo otoño, y eso si se cumplen todas las previsiones.


En el tramo de Caparrates los trámites están algo más avanzados. El proyecto para mejorar la infraestructura ferroviaria en este punto ya ha salido a concurso por un coste de 630.000 euros y está pendiente de adjudicación. El plazo de ejecución de los trabajos se ha fijado en seis meses. En este tiempo, se desmontará la vía y se realizarán tareas de excavación y compactación de la plataforma férrea, además de una zanja de drenaje transversal. Después, se recolocará el balasto y los raíles siguiendo los parámetros geométricos exigidos. Fuentes del ADIF explicaron que, para finalizar, se colocará una malla metálica en el terraplén como medida de protección.Las obras afectarán al tráfico

La obra en Caparrates afectará al tráfico ferroviario entre Teruel y Valencia, si bien no se ha concretado todavía en qué forma. Renfe y ADIF estudian en estos momentos cómo llevar a cabo los trabajos para que los inconvenientes sean los menos posibles para los usuarios de los trenes y se reduzcan en el tiempo.


Desde la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Turolense reclamaron "agilidad" en la tramitación y ejecución de unos proyectos de mejora de la vía que permitirían levantar limitaciones de velocidad para los trenes implantadas hace ya mucho tiempo. La señal que en el puente de la Rambla indica 20 kilómetros por hora se colocó el pasado mes de marzo, si bien sustituye a una anterior que marcaba 30 kilómetros por hora. En el caso de Caparrates, los trenes tienen que circular a 30 kilómetros por hora desde junio de 2011.


"La Administración trabaja muy lento, no con los trenes AVE, pero sí con el ferrocarril convencional, que es el único que tenemos en la provincia de Teruel", subrayó un portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Turolense. "Su rapidez a la hora de tramitar un proyecto de mejora es la de una tortuga. Las restricciones de velocidad aparecen, pero ya no las quitan", añadió.


El tramo férreo Teruel-Valencia, de 172 kilómetros, acumula 12 limitaciones temporales de velocidad. Una de ellas fija 20 kilómetros por hora para los trenes; en otras ocho, el límite son 30 kilómetros por hora; en dos tramos hay que circular a 60 por hora y en otro, a 80 por hora. Uno de los servicios ferroviarios que cubre el trayecto tarda tres horas y diez minutos en llevar a los viajeros de una capital a otra mientras que a un turismo le cuesta una hora y media por la autovía.