transición justa

Una fábrica de hidrógeno de Andorra que costará 4.300 millones, pendiente de la concesión de agua

El promotor de Catalina solicitó 5,4 hectómetros cúbicos al año a la CHE en 2021, sin recibir respuesta.

La planta de producción de hidrógeno se construirá cerca del emplazamiento de la central de Andorra, en proceso de demolición.
La planta de producción de hidrógeno se construirá cerca del emplazamiento de la central de Andorra, en proceso de demolición.
Antonio Garcia/Bykofoto

El proyecto de hidrógeno verde Catalina de Andorra alcanzará los 4.300 millones de euros de inversión para operar a pleno rendimiento, un objetivo que se prevé alcanzar a mediados de la década de 2030. La primera fase, que acaba de recibir una subvención de la Unión Europea de 230 millones, se quedará en 1.850 millones de coste y producirá 84.000 toneladas de gas al año, una cuarta parte del máximo previsto.

Pero el lanzamiento de este ambicioso plan inversor está pendiente de la concesión de aguas, su materia prima fundamental, por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Aunque la solicitud entró en el organismo de cuenca en 2021, todavía no ha recibido una respuesta. El proyecto fue declarado de Interés General de Aragón por el Gobierno aragonés en 2023, una catalogación que agiliza la tramitación.

La primera fase del proyecto Catalina, promovido por el fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y la empresa española Enagás, se encuentra en trámite de evaluación de impacto ambiental ante el Inaga. La planta prevista obtendrá el hidrógeno del agua mediante la utilización de la electricidad obtenida de parques eólicos y fotovoltaicos. La construcción de las instalaciones generará 2.874 empleos anuales y 824 en la "fase de operación", según indica la documentación de CIP.

Mientras que la planta de electrólisis para extraer hidrógeno del agua se localizará en Andorra, así como parte de las centrales de energía renovable precisas, estas últimas se dispersarán también por el entorno, con parques previstos en Foz Calanda y Alcorisa, entre otras ubicaciones.

Los promotores solicitaron a la CHE el 28 de diciembre de 2021 la concesión de agua precisa para desarrollar la totalidad del proyecto, 5,4 hectómetros cúbicos al año, a cuenta de las reservas del pantano de Calanda que dejó de consumir la central térmica de Endesa en Andorra al cerrar en 2020 ­–tenía reservados 18 hectómetros cúbicos–. Pero, de momento, el organismo de cuenca no ha resuelto la petición.

Desde la CHE confirman la solicitud y señalan que el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro reserva cinco hectómetros cúbicos al año a cargo de los caudales que liberó el cierre de la térmica para el abastecimiento de "proyectos industriales", como Catalina. Según una fuente cercana a este proyecto, este volumen cubriría las necesidades de la primera fase, cifradas en 1,35 hectómetros cúbicos, y de otros consumidores industriales que puedan surgir.

Los impulsores de la planta de hidrógeno verde prevén iniciar la construcción a finales de 2025 para empezar la producción tres años después, en 2028. CIP y Enagás prevén ampliar la planta hasta desarrollar la totalidad del proyecto a mediados de la década de 2030, cuando producirían 336.000 toneladas anuales de hidrógeno. La producción eléctrica renovable pasaría de los 500 megavatios iniciales a dos gigavatios, cuatro veces más.

Desde el entorno del proyecto, aclaran que el aumento de la producción dependerá de la "evolución del mercado del hidrógeno en la Unión Europea". Este gas, utilizado como combustible y también como materia prima industrial, podría ayudar a paliar el calentamiento global.

El desarrollo pleno de Catalina se contempla a "medio y largo plazo", según la misma fuente. El aparejado aumento de la producción eólica y solar se llevaría a cabo con nuevas plantas, mientras que la fabricación del hidrógeno se incrementaría con la ampliación del electrolizador de Andorra.

Esta iniciativa empresarial se enmarca en la generación de alternativas laborales a las minas de carbón y la central térmica de Endesa, cerradas por su impacto ambiental.

Subvención de la UE

El proyecto Catalina acaba de recibir un nuevo impulso con la concesión por parte de la Unión Europea de una subvención de 230 millones de euros. La ayuda se enmarca en un paquete global de 263,1 millones en subsidios a tres proyectos españoles, dentro de la primera subasta comunitaria de ayudas para impulsar ese combustible, en la que se repartieron 720 millones de euros entre siete iniciativas.

El mayor de los expedientes españoles seleccionados en esta primera subasta del Banco Europeo de Hidrógeno es el proyecto Catalina, que también contempla la construcción de una conducción para transportar hidrógeno a Sagunto (Valencia) con destino a la fabricación de fertilizantes. 

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