patrimonio

Dos antiguos conventos de monjas, a la venta en el centro de Teruel por 5 millones de euros

La comunidad de hermanas carmelitas cerró su sede en 2020, mientras que las clarisas lo hicieron en 2018.

La fachada principal del convento de Santa Clara, abierta a la plaza de Cristo Rey.
La fachada principal del convento de Santa Clara, abierta a la plaza de Cristo Rey.
Heraldo.es

Dos antiguos conventos de monjas del Centro Histórico de Teruel están a la venta por unos 5 millones de euros en total tras quedar deshabitados en la última década con la marcha de las últimas comunidades que los ocuparon. Los edificios, contiguos, muy voluminosos y situados cerca de la plaza de la Catedral, corresponden a las órdenes de las hermanas carmelitas descalzas y clarisas.

Aunque ha habido contactos con particulares e instituciones para la venta de ambos monumentos, ninguno ha fructificado por el momento. Un empresario hostelero que visitó los inmuebles para sondear su posible rehabilitación como establecimientos turísticos explica que desistió de la adquisición no tanto por el precio de compra como por el elevado coste de la adaptación al uso hostelero.

El convento de las Carmelitas Descalzas, situado en la calle de Santa Teresa de Jesús, se remonta al siglo XVII y dispone de una superficie construida de 5.616 metros cuadrados. Está vacío desde que las últimas seis monjas que lo habitaban lo abandonaron para trasladarse a Puzol (Valencia) en 2020.

Su precio de venta ronda los 2,5 millones de euros y, según explica la priora de Puzol, Estíbaliz Reino, el edificio está "bien conservado". Una familia vecina se encarga de la supervisión del inmueble y las monjas lo visitan cada mes para vigilar su estado. Reino indica que hubo contactos con particulares para su compra con destino a establecimiento hotelero, pero no se concretaron.

La monja añade que la candidata socialista a la Alcaldía en las pasadas elecciones locales, Rosa López Juderías, también contactó con la orden propietaria para sondear la posibilidad de una compra por el Ayuntamiento con el objetivo de destinar el inmueble a museo de arte sacro.

La misma fuente indicó que la alcaldesa, Emma Buj, no contempla la adquisición, pero se muestra dispuesta a poner a la comunidad de monjas en contacto con empresarios interesados en la compra. La priora manifiesta la voluntad de la orden religiosa de vender el convento. "Estamos deseando venderlo porque su mantenimiento es costoso y, además, está lejos de Puzol", señala.

El historiador José Manuel Latorre, experto en la historia de los conventos de la ciudad, indica que el convento de las carmelitas    conserva su estructura original del siglo XVII, mientras que el de Santa Clara fue reconstruido en su totalidad en la posguerra al haber resultado destruido durante la batalla de Teruel, cuando fue uno de los últimos reductos de la resistencia franquista en el invierno de 1937 a 1938. Los dos edificios disponen de terrenos anejos como huerto o jardín.

El convento de Santa Clara, de 5.236 metros cuadrados construidos y situado en la plaza de Cristo Rey, cerró sus puertas en 2018, cuando las últimas cinco monjas que lo ocupaban –todas de edades muy avanzadas– se trasladaron a monasterios de Zaragoza y Valencia. El primer edificio conventual se levantó en el siglo XIV, pero el actual es fruto de su completa reconstrucción tras la Guerra Civil.

El convento de Carmelitas, a a izquierda, está cerrado desde 2020.
El convento de Carmelitas, a a izquierda, está cerrado desde 2020.
Heraldo.es

Una hermana clarisa confirma que el edificio de Teruel está a la venta por unos 2,5 millones de euros. Señala que está en buen estado de conservación y matiza que su tejado se reparó recientemente. Destaca su excelente ubicación dentro de la ciudad. Agrega que "lo ha visitado mucha gente" interesada en la compra, aunque, de momento, sin resultado. Admite que el coste de transformación en establecimiento hostelero será elevado dadas sus grandes dimensiones.

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, ha afirmado haber acompañado personalmente a visitar los conventos a algún empresario interesado en la compra dado su potencial como establecimientos hoteleros, pero las conversaciones entre el industrial y la orden religiosa no fructificaron.

Estudio del nivel freático en la calle de San Francisco

La alcaldesa ha informado de que el Ayuntamiento ha instalado piezómetros para determinar cómo incide el nivel freático del río Turia en las humedades que sufren las fincas situadas en los lados pares de la calle de San Francisco, en la acera contraria a la que sufrió el derrumbamiento del pasado 13 de junio, que arrasó un bloque de 21 pisos. Buj indica que determinar la penetración del agua del río en la ladera sobre la que se apoya la calle será determinante para conocer qué otras causas propician las filtraciones denunciadas por los vecinos.

Los propietarios de los edificios de los números pares de la calle de San Francisco sostienen que las filtraciones provocadas por las aguas pluviales de la ladera contigua son la principal causa de las humedades que soportan sus casas y contribuyen al deterioro urbanístico de la calle.

Los vecinos critican que la ladera contigua reciba las aguas pluviales de los conventos de las monjas clarisas y carmelitas, construidos en la zona alta del talud.

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