Los afectados por el derrumbe de un edificio en Teruel, descontentos con la gestión de los escombros

Sin rigor ni mimo. Así es como consideran que se está realizando el desescombro del edificio que colapsó el pasado 13 de junio en la calle de San Francisco de Teruel los vecinos que perdieron su vivienda en este suceso. Representantes de las familias afectadas han transmitido su descontento al Ayuntamiento de la ciudad, que lleva a cabo la retirada de los cascotes adelantando el coste de la misma –más de un millón de euros– , y reclaman "un mejor control" de los bienes y objetos que se vayan recuperando.

"Se nos vendió que una empresa especializada iba a realizar con sumo cuidado el desescombro para poder recuperar la mayor cantidad de enseres posible, pero vemos que ahora prima la rapidez y la extracción de volumen de cascotes y que se está haciendo todo a matacaballo", denuncia el portavoz de las familias que se quedaron sin casa, Javier Carbó.

Los afectados creen que esta forma de proceder hace que se estén rescatando una menor cantidad de bienes, a la vez que se quejan de que "no están apareciendo ni dinero ni cosas de valor", puntualiza Carbó. Una de las 21 familias que vio su piso convertido en escombros ha denunciado en la Comisaría de la Policía Nacional de Teruel la falta de pertenencias del interior de una caja fuerte.

Los vecinos mantuvieron una reunión el pasado 30 de enero con la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, y el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Juan Carlos Cruzado, en la que expresaron su malestar porque, según explican, les llegan "bienes incompletos". "No estamos contentos con el trato que se les da a los enseres", dicen.

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Teruel, Juan Carlos Cruzado, afirmó esta semana, de manera categórica, que "todo aquello de valor que aparece se lleva a las dependencias de la Policía Local y allí se entrega a quien acredita ser su propietario". Agregó que la obra siempre está vigilada por guardias de seguridad desde el momento en que termina la jornada diaria de desescombro.

En el mismo sentido, fuentes de la empresa contratada para retirar los cascotes manifiestan que "desde el minuto uno, todo lo que sale de valor se entrega a la Policía Local". El desescombro se realiza con una máquina excavadora. Una vez extraído, el material se extiende en el suelo y se revisa a mano. Ropas, electrodomésticos, herramientas y otros objetos son trasladados a una nave industrial, mientras que las cosas de más valor, como dinero, relojes, joyas o teléfonos móviles, son derivados a la Comisaría de la Policía Local. Semanalmente, los propietarios de los pisos que se hundieron acuden a ambos lugares para ver si entre los bienes aparecidos hay alguno de su propiedad.

Retiradas 1.200 toneladas

Hasta la fecha han sido retiradas alrededor de 1.200 toneladas de escombros, lo que equivale aproximadamente a un tercio del material acumulado. Otras fuentes municipales estiman que "queda todavía una buena parte de los cascotes por quitar y aún pueden aparecer más objetos y cosas de valor", por lo que recomiendan a los afectados "dar tiempo al tiempo".

El colectivo de vecinos que perdió su casa sostiene que las tareas de desescombro han empezado a llevarse a cabo con menos cuidado desde hace algunas semanas, cuando la construcción de un muro pantalla para evitar que los trabajos provoquen el hundimiento de la calzada de la calle de San Francisco obligó a la empresa a seguir retirando los restos desde el Camino de la Estación.

"Se ha tenido que hacer una rampa para que pueda subir la máquina excavadora y extraer con la pala los cascotes y así se están machacando los escombros", afirma Javier Carbó.

Sin embargo, Cruzado mantiene que el procedimiento de limpieza y recuperación de objetos "es el mismo" desde el principio. Describe que el acceso al solar desde el Camino de la Estación se hace por una rampa, pero la orden dada a la empresa es que la máquina "no llegue hasta la huella del edificio".