El dispositivo de seguridad de la próxima edición de Las Bodas de Isabel de Segura, que se celebrará del 15 al 18 de febrero, contará con 250 agentes, entre policías locales y nacionales y guardias civiles. Entre las labores de este operativo, figura controlar el espacio aéreo de la ciudad, que se cerrará para evitar que el vuelo de drones sobre las muchedumbres pueda provocar accidentes.

La Junta de Seguridad se ha reunido este viernes en el Ayuntamiento presidida por la alcaldesa, Emma Buj, para ultimar con todos los colectivos e instituciones implicadas los detalles del despliegue para los días festivos, que tendrán sus momentos críticos en los actos más multitudinarios, como las escenas de la muerte de Diego de Marcilla e Isabel de Segura –los personajes centrales del evento­– en las atestadas plazas del Torico y de la Catedral.

El subdelegado del Gobierno en funciones, Enrique Gómez, ha explicado que la participación de la Policía Nacional incluirá una unidad de drones que se encargará de sobrevolar la ciudad para hacer un seguimiento de los actos y facilitar una respuesta rápida en caso de emergencia, además de poder identificar a los autores de los delitos que puedan cometerse. Además realizará labores "antidrones" para que se respete la prohibición de volar sobre la capital.

Gómez ha indicado que, para poder utilizar estas pequeñas aeronaves sin piloto, habrá que pedir una autorización a la Subdelegación del Gobierno y conseguir el permiso de Enaire, el gestor de la navegación aérea dependiente del Ministerio de Transportes. En caso de vulnerar las restricciones, la Policía tomará el control del dron, identificará al piloto e iniciará el correspondiente procedimiento sancionador.

También operarán equipos de la Policía procedentes de Zaragoza y Valencia especializados en la lucha contra el carterismo, la detención de drogas y la intervención rápida en multitudes. La Guardia Civil, apoyada por el helicóptero Pegasus de la Dirección General de Tráfico, se encargará por su parte de controlar los accesos a la ciudad para evitar la presencia de conductores al volante bajo los efectos del alcohol o las drogas.

La Policía Local desplegará a todos sus efectivos. La alcaldesa ha aclarado que, aunque el operativo de seguridad es "complejo", la fiesta medieval de Las Bodas de Isabel es "tranquila" habitualmente por el tipo de público que reúne.

El delegado territorial de la DGA, Benito Ros, ha señalado que la prioridad del Gobierno aragonés será controlar que los 120 puestos de alimentación que se montarán durante las fiestas respeten la normativa sanitaria. Indicó que los equipos humanos del centro de salud del Ensanche y del hospital Obispo Polanco se reforzarán para atender las posibles incidencias.

Los bomberos se encargan por su parte de garantizar que, en caso de un incendio u otra emergencia, puedan acceder a toda la ciudad con los camiones de extinción.