Empieza la restauración de Tejidos el Torico, una de las principales joyas modernistas de Teruel

La fachada del edificio, que es la actual sede de la Caja Rural, presenta serios problemas debido a la humedad, a la diversidad de materiales y al duro clima local.

Restauracion de la fachada del edificio modernista de Caja Rural en Teruel. Foto Antonio Garcia Bykofoto 15 11 23 [[[FOTOGRAFOS]]] [Original: restauracion14.jpg] //TER// Autor: GARCÍA, ANTONIO Fecha: 16/11/2023 Propietario: Colaboradores Aragón Id: 2023-3483130 [[[HA ARCHIVO]]]
Restauracion de la fachada del edificio modernista de Caja Rural en Teruel. 
Antonio Garcia Bykofoto

El principal edificio de la plaza del Torico de Teruel y uno de los dos más destacados del modernismo turolense, Tejidos el Torico, la actual sede de la Caja Rural, está en obras para la restauración de su fachada, con daños generalizados por humedades y por los cambios de temperatura extremos derivados del clima local. El inmueble, proyectado por Pau Monguió, el principal artífice del modernismo en la capital provincial, presenta desperfectos en su forja, su cerámica y en el reboco, entre otras patologías.

El proyecto de restauración, redactado por el arquitecto José Ángel Gil, contempla el máximo respeto a las características originales y, en caso de ser necesaria la reposición o sustitución de algún elemento, aplicará las mismas técnicas y materiales que se utilizaron en la construcción de la casa, entre 1910 y 1912. El documento considera que el estado de la fachada es "precario" y requiere de "medidas de carácter urgente".

Entre los desperfectos detectados, destaca el cuarteado del reboco de la fachada, de la pintura de la carpintería y también de los esmaltes de la abundante cerámica utilizada en la decoración. José Ángel Gil explicó que, tras la instalación de los andamios, pudo comprobar que estado general "es peor de lo que parecía a pie de calle o visto desde los balcones".

Según una primera estimación, el 25% de las piezas cerámicas están deterioradas y tendrán que ser restauradas o sustituidas. Los elementos cerámicos, frecuentemente policromados, fueron fabricados en Valencia. Las réplicas que sustituirán a los azulejos perdidos seguirán el mismo proceso que se empleo hace un siglo para fabricar los originales.

La inspección previa del inmueble comprobó también que la base sobre la que se asientan los azulejos se disgrega, lo que obligará a retirar la cerámica para etiquetarla y numerarla con el objeto de restituirla a su posición inicial tras sanear los lugares de soporte.

El principal factor de degradación es, a la vez, la característica más singular del edificio: la exuberancia decorativa y la variedad de materiales. "La multitud de elementos que integran la fachada generan un gran número de resaltes y encuentros que en muchas ocasiones son focos de conflicto por la interacción de materiales, acumulación de agua, suciedad y agentes químicos y biológicos de deterioro", especifica el proyecto. La distinta respuesta al duro clima turolense entre la forja, el ladrillo, la cerámica, la madera o el reboco de yeso propicia los daños.

Un edificio amarillo

El proyecto señala que "principal problema" de la fachada es el derivado de la humedad, más preocupante en los puntos de intersección de materiales distintos. También contribuye a la degradación la orientación del muro, que está muy poco expuesto al sol en otoño, invierno y primavera, pero mucho en verano, lo que genera contrastes de temperatura muy acusados a lo largo del año.

La aplicación de tres capas de pintura sucesivas -la más antigua, amarilla, y las dos más recientes, azules- causa problemas al propiciar desprendimientos pictóricos. Por un lado, la sobreposición de capas impide la penetración de agua desde el exterior, pero, por otro, "dificulta la salida de vapor de agua desde el interior". Esta situación provoca la aparición de "ampollas" que estallan y desprenden la pintura.

La intervención en curso pretende "recuperar el aspecto de la fachada original" con la conservación de "la mayor cantidad posible de los materiales originales", cuenta la memoria del proyecto. Los fragmentos de revestimiento sueltos o desprendidos se retirarán para su sustitución por un nuevo reboco de mortero de cal con el mismo color. Una vez completado el trabajo, el muro podría recibir un tratamiento hidrófugo transparente.

La forja, uno de los aspectos más llamativos del edificio, también está estropeada con escamación, oxidación y pérdida de fragmentos. Tras limpieza del metal, se protegerá y pintará de nuevo.

La intervención terminará con la instalación de una iluminación artística. La anterior restauración integral se remonta a 1985.

  

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