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El Ayuntamiento de Cedrillas (Teruel) quiere acabar con los excesos de velocidad en la travesía
Algunos conductores hacen caso omiso de las señales de tráfico en una zona en la que se encuentra el colegio, la guardería, los comercios y los bancos
El alcalde de Cedrillas, Javier Gómez, ha expresado su preocupación por la elevada velocidad a la que pasan a menudo algunos coches por la travesía urbana de esta localidad turolense. Según advierte, mientras las señales de tráfico obligan a circular a no más de 50 kilómetros por hora, hay vehículos que recorren el tramo a 70 u 80 kilómetros por hora.
Gómez alerta del peligro que supone el paso por la travesía urbana de vehículos que no respetan las normas de tráfico. El alcalde explica que, precisamente, a un lado de la vía está el colegio público y al otro, la guardería infantil, por lo que el trasiego de peatones es constante. También se encuentra en la zona el Ayuntamiento, la Plaza Mayor –donde se organiza con frecuencia un mercadillo– y los establecimientos que reciben más público, como comercios y bancos.
El problema, detectado en los últimos años, se incrementa por las noches, elevando el riesgo de que se produzca un accidente. "No ha habido hasta ahora ningún atropello, pero en estos casos lo importante es prevenir", subraya el regidor. Los representantes del Ayuntamiento han decidido dirigirse al Gobierno aragonés, titular de la travesía, en busca de una solución.
La travesía es una continuación de la carretera autonómica A-226 que une Teruel con Cedrillas y Allepuz y que cruza por el centro la localidad. El pueblo, de hecho, ha crecido en torno a esta carretera, situando cerca de ella el centro de salud, la residencia de mayores y otros servicios. En el recorrido no existe ningún semáforo, lo que dificulta la posibilidad de conseguir que los coches moderen su velocidad.
El Ayuntamiento quiere plantear al Gobierno aragonés la adopción de medidas para que todo el mundo respete la señalización. "Todos podemos ver que muchos conductores vienen de la carretera a 90 kilómetros por hora y no reducen la velocidad al entrar en el casco urbano; eso es algo muy grave", dice Javier Gómez.
La carretera, deteriorada
La travesía urbana no es el único problema en las comunicaciones de Cedrillas, una población de 630 habitantes. La A-226, afectada a menudo por temporales de nieve, presenta un firme muy desgastado, debido, especialmente, al efecto de la sal que se esparce para derretir el hielo durante el invierno.
El alcalde de la localidad advierte, además, de que el tráfico de camiones es intenso en el tramo que va de Corbalán a Valdecebro, lo que contribuye al deterioro de la carretera. Según Javier Gómez, a ello se suma que en los últimos cinco años no se han hecho labores de mantenimiento en esta vía.
