Detenido un conductor en Cella por romper el cepo que inmovilizaba su vehículo

El hombre había sido interceptado y arrojaba elevados niveles de alcohol en sangre.

Archivo - Un agente de la Guardia Civil de espaldas.
Un agente de la Guardia Civil de espaldas.
GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil ha detenido en Cella (Teruel) al conductor de un vehículo que rompió e inutilizó el cepo que los agentes habían instalado previamente para impedir su utilización, como autor de un delito contra la seguridad vial y por desobediencia grave a la autoridad.

Según explica la Guardia Civil en un comunicado, el detenido había sido interceptado previamente por conducir con un resultado positivo en las tasas de alcoholemia de 1,09 y 1,18 mlgs/litro de aire espirado, siendo inmovilizado el vehículo hasta que desaparecieran las causas que habían motivado su inmovilización por alcoholemia.

El conductor quebrantó la inmovilización del vehículo rompiendo el inmovilizador y, horas después, cuando se encontraba conduciendo el vehículo sufrió un siniestro vial en la misma localidad.

Fue entonces cuando la Guardia Civil le realizó nuevamente las pruebas de alcoholemia, con un resultado positivo de 1,07 y 1,09 mlgs/litro de aire espirado, procediendo los agentes a la detención del mismo por la comisión tanto de un nuevo delito contra la seguridad vial como por un delito de desobediencia grave a los agentes de la autoridad, al haber utilizado la fuerza para romper e inutilizar el inmovilizador colocado a su vehículo.

Por dichos hechos se instruyeron las correspondientes diligencias judiciales que se remitieron al Juzgado de Instrucción número 1 de Teruel por la comisión de los delitos contra la seguridad vial indicados, así como por el delito de desobediencia grave a los agentes de la autoridad.

Dicho conductor podría enfrentarse, por la comisión de los delitos contra la seguridad vial, a penas de prisión de 3 a 6 meses, o una multa de 6 a 12 meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, a la privación del derecho de conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior de 1 año, y hasta 4 años.

En lo referente al delito de desobediencia grave a los agentes de la autoridad, el conductor se podría enfrentar a una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses. 

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