TRADICIÓN

El Centro de Restauración de Albarracín recupera un pequeño altar portátil de Lidón

La pieza desapareció durante la Guerra Civil y ahora vuelve a su lugar de origen después de dos meses de restauración.

Las tareas de restauración del altar portátil.
Las tareas de restauración del altar portátil.
Fundación Santa María Albarracín

El Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín ha recuperado un pequeño altar portátil de pequeñas dimensiones de Lidón. El elemento intervenido ha regresado al templo al que pertenece, como es la ermita del Cristo de Loreto después de que en la Guerra Civil se perdiera su pista.

El origen del altar portátil se remonta al siglo XVII y se puede clasificar dentro del estilo barroco, aunque como han descrito los restauradores "un tanto arcaico". La pieza se compone de dos partes. En el exterior, una caja de madera rectangular de un metro de altura con forma de templete e incluye dos puertas decoradas con motivos vegetales. Esto protege al Cristo crucificado de "buena calidad" que se guarda en el interior.

El estado de conservación en el que se encontró era "deficiente" porque estaba repintado en diferentes épocas, presentaba acumulación de polvo y suciedad y había sufrido pérdidas y desgastes. Todo esto dificultaba ver y comprender al altar en su conjunto.

El proceso de restauración ha durado dos meses y ha comenzado con un tratamiento de anoxia, que ha consistido en aplicar mata carcoma y envolver la pieza en plástico para eliminar oxígeno y posibles xilógrafos. En la limpieza se ha priorizado la aspiración más superficial y con procedimientos químicos se ha pasado a lo más profundo, como gotas de cera.

La siguiente fase ha supuesto el aislamiento y eliminación de repintes al construirse elementos que faltaban con resina para madera y estucado para la nivelación de lagunas. Para las tareas de acondicionamiento cromático se ha recurrido al estarcido para la base del Cristo y la técnica del rigattino - intercala los colores mediante trazos o líneas verticales-. Por último, el exterior se ha recubierto con cero micro cristalina y barniz satinado en la escultura.

Los altares portátiles han recibido a lo largo de la historia una bendición especial porque permitían celebrar la eucaristía en cualquier lugar, como las romerías a la ermita o las batallas. Por el servicio que presta se vincula con la vida misionera.

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