El barrio de San Julián de Teruel ha encendido este sábado su tradicional hoguera en honor de San Antón, aunque con una celebración recortada que no ha incluido, como otros años, el reparto de embutidos a la brasa para evitar los contagios. El acto, celebrado en un solar situado entre los dos viaductos, ha estado amenizado por un grupo de música tradicional y por la salida de una comparsa de cabezudos.

La alcaldesa, Emma Buj, que ha sido la encargada de prender el fuego, ha destacado el carácter "simbolico" de la hoguera, que ha estado rematada por una maqueta gigante del virus causante de la covid-19 y que ha contenido paquetes que representaban a sus variantes, incluida la omicron. Buj ha manifestado su deseo de que la destrucción simbólica de la pandemia sea un anticipo de su real erradicación para recuperar "la normalidad".

La alcaldesa ha explicado que el Ayuntamiento ha decidido autorizar las hogueras por ser "muy tradicionales" en la ciudad, celebrarse al aire libre y entre grupos de familias y amigos convivientes. Además, tienen que estar separadas por al menos 10 metros y apagarse a las 02.00 del domingo, el horario máximo fijado para el ocio nocturno.

Otras localidades con festejos de San Antón o a otros santos asociados a las hogueras los han cancelado, como ha ocurrido con La Encamisada de Estercuel, o los celebran con muchas limitaciones, como Valderrobres, Monroyo o Valdeltormo. Castelserás mantiene el encendido de su gran hoguera en honor de San Sebastián para el próximo día 19, pero también condicionado por la covid.