Los turistas que visitan Albarracín podrán diseñar sus propias rutas a través de los pueblos y parajes naturales de la sierra mediante los más modernos medios interactivos, con las aplicaciones de móviles o utilizando los sistemas más clásicos de impresión. Esta es una de las novedosas propuestas que ofrecerá el futuro Museo del Territorio, un espacio que se ubicará en la antigua Casa de la Comunidad y que la Fundación Santa María va a incorporar al conjunto de bienes patrimoniales de la entidad. Su objetivo es derivar a los numerosos visitantes que llegan a Albarracín hacia el resto de los pueblos de la sierra. 

Desde la semana pasada el edificio ha pasado a ser propiedad de la Fundación, después de que el Ayuntamiento de la localidad lo haya cedido en uso para destinarlo a fines museísticos. Datado en el siglo XVI, el inmueble es un claro ejemplo de arquitectura popular de la zona. Allí se alojaban y reunían en época medieval para celebrar sus juntas los diputados representantes de las diferentes aldeas de la comarca.

La Fundación destinará este año 60.000 euros procedentes del Fite de 2017 al acondicionamiento del inmueble para sus nuevos usos, con unas obras que se pretenden iniciar en las próximas semanas. Según señaló el gerente de la entidad cultural, Antonio Jiménez, los trabajos se centrarán "en un lavado de cara y en acomodar las instalaciones a su nueva función, ya que en 1999 se ejecutó una importante actuación que posibilitó su restauración integral".

La intención de la Fundación Santa María es mantener la estructura original del inmueble de 600 metros cuadrados de superficie distribuidos en 5 plantas. En la anterior intervención se eliminaron los elementos y las dependencias añadidas por el Ayuntamiento a mediados de la pasada centuria con objeto de habilitar en la Casa de la Comunidad viviendas sociales. En ellas se alojaron a los trabajadores del aserradero. Las modificaciones introducidas alcanzaron también al imponente zaguán, en donde pocos años después se ubicó una carnicería.

Jiménez insistió en que estos elementos constructivos que alteraron la imagen primitiva del edificio ya se eliminaron en la última restauración integral, con una actuación que permitió recuperar diferentes dependencias para usos administrativos propios de la Comarca de la Sierra de Albarracín y para la Fundación para el Desarrollo de la zona. "Con el traslado de estas instituciones a otras ubicaciones, la Casa de la Comunidad había quedado en desuso", aclaró el gerente. Para él, tan importante  como el contenido de este museo "es el continente", con espacios  y dependencias que, a su juicio, pueden resultar en sí mismos un atractivo turístico.

Tras las obras de acondicionamiento, la Fundación pretende acometer en 2019 una segunda fase con la que se dotará al Museo de contenido. Este nuevo centro expositivo se ha concebido como una plataforma "para la promoción turística" de los demás pueblos de la Sierra, según puntualizó Antonio Jiménez. Actualmente, las 23 localidades de la zona se ven eclipsadas por el gran atractivo que ejerce entre los turistas la ciudad de Albarracín. Jiménez sostiene que el nuevo museo "favorecerá" las visitas y las estancias de los viajeros a las localidades y espacios naturales que se dispersan por el resto de la comarca.