El rejoneador aragonés Mario Pérez Langa, con dos orejas, se convirtió en el primer triunfador de la Feria del Ángel de Teruel, en una tarde en la que el manchego Juan Manuel Munera cortó también un apéndice, mientras que el portugués Joao Moura, hijo, se marchó de vacío.

Se lidiaron seis toros, reglamentariamente despuntados para rejones, de Passanha, discretos de presentación, mansurrones y poco colaboradores con las monturas.

Joao Moura, hijo, ovación y ovación.

Juan Manuel Munera, silencio y oreja.

Mario Pérez Langa, oreja y oreja.

Antes del festejo, en los aledaños de la plaza y ante multitud de espectadores, el empresario Alberto García y la alcaldesa de la ciudad, Emma Buj, descubrieron un azulejo en recuerdo del malogrado Víctor Barrio, obra de Juan Iranzo, y en cuya leyenda puede leerse: "Al torero Víctor Barrio que elevó su alma al cielo en esta plaza el día 9 de julio del año 2016".

La plaza registró alrededor de media entrada en los tendidos.