Más de 4.000 tambores y bombos se reúnen en Alcañiz con la mirada puesta en la Unesco
La capital del Bajo Aragón celebra las Jornadas Nacionales de Exaltación. Las tamboradas serán candidatas en 2018 a ser declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Alcañiz se ha convertido este fin de semana en la capital nacional del tambor y el bombo por la celebración de las Jornadas de Exaltación de estos instrumentos, que han congregado a más de 4.000 personas llegadas de diferentes partes de España. Con la satisfacción de ser en esta ocasión la localidad anfitriona, la capital bajoaragonesa se ha volcado en mostrar la pasión con la que vive el toque de tambor.
El momento más emotivo se vivió ayer por la tarde, con el acto de la Exaltación. Las 22 delegaciones que forman el Consorcio Nacional de Tambores y Bombos de España, además de las representaciones de las localidades invitadas, Valmuel y Tarragona, tomaron la plaza de España para mostrar sus toques, cada uno de ellos diferente y muy característico. Los tambores de Agramón, en la provincia de Albacete, fueron los encargados de abrir la Exaltación y, a partir de ahí, la emoción inundó el ambiente. "Está siendo un fin de semana inolvidable. Es un orgullo haber acogido la pasión tamborilera de toda España", destacó el alcalde, Juan Carlos Gracia.
La del primer edil fue una de las voces que reclamaron que la Unesco reconozca las tamboradas como Patrimonio Cultural Inmaterial. Por fin, en 2018, serán candidatas tras años de espera. "Estamos muy contentos. Llevábamos trabajando desde 2011 y soy optimista porque tanto el Ministerio como la Dirección General de Cultura tienen una deuda con nosotros", dijo Antonio Mesa, presidente del Consorcio. En la misma línea se manifestó Segundo Bordonaba, presidente de la Ruta del Tambor y el Bombo, que destacó que "ya es hora" de que se reconozca la forma "particular" de vivir la Semana Santa que tienen los 9 pueblos que conforman la Ruta. En noviembre del año que viene se sabrá si, finalmente, la Unesco reconoce las tamboradas.
Una gran escultura
Las delegaciones actuaron por orden alfabético y Alcañiz, por ser la anfitriona, fue la última. Además, se proyectaron varios vídeos con los principales atractivos de la ciudad. Previamente, a mediodía, se inauguró la figura de un tamborilero con la que rendir homenaje a la afición alcañizana. Obra del artista Daniel Elena, está construida en ferrocemento, mide 2,40 metros y tiene un peso de casi 1.100 kg. Llama la atención porque tiene cierto tono azulado, característico de la Semana Santa alcañizana. "He querido representar el orgullo que sienten los alcañizanos al participar en la Semana Santa. Es un hecho trascendente que conecta generaciones", explicó el escultor.
Sacar adelante todas estas actividades ha sido posible gracias a la organización, formada por 150 personas, y a los más de 100 voluntarios que se han encargado de guiar a las delegaciones. Hoy, los tambores y bombos se despiden de Alcañiz a la espera de las Jornadas de 2018, que se celebrarán en Mula (Murcia).
