El teatro se adueña de las calles con una veintena de actos inspirados en los Amantes

La Partida de Diego ofrece un aliciente a los turistas de otoño. El ambiente del siglo XIII llega al Centro Histórico.

Promesa de amor a los pies de la catedral.
El teatro se adueña de las calles con una veintena de actos inspirados en los Amantes
A.García/Bykofoto

Oriol Joanpere y Marta Gómez, los actores que encarnan estos días a los Amantes de Teruel, consiguieron ayer llegar al corazón del público en escenas en las que el romanticismo alcanzó sus cotas más altas. La leyenda que narra el amor imposible de Isabel y Diego, una de las principales señas de identidad de la capital, volvió a inundar de teatro las calles y plazas del Casco Antiguo durante la segunda jornada de la recreación medieval de la Partida de Diego. Una veintena de actos se encargaron de ir desgranando la trama que mantuvo largo tiempo en vilo a los espectadores.


La plaza del Seminario acogió por la mañana una de las princiales escenas, con el pintor Agustín Alegre como ‘Alistado de honor’. El artista, que a lo largo de su trayectoria se ha servido de los Amantes como una de sus más importantes fuentes de inspiración, sorprendió al público con un retrato rápido de Isabel, realizado en pocos minutos en el escenario, mientras su escudero pronunciaba el pregón. En el discurso, en ciertos aspectos un alegato antibelicista, defendió al arte frente a la contienda. "Es la única guerra que me vale: el hombre ante sí mismo, tratando de ser mejor", expresaba el personaje medieval.


La intervención de Alegre fue el prólogo de una de las escenas más trepidantes de esta joven recreación teatral de tan solo seis años de existencia. El romanticismo y la violencia se dieron la mano en el episodio que recreó uno de los tópicos del desamor medieval:la negativa de los padres a la consumación del matrimonio de los enamorados. "Es una escena que tiene mucha tensión dramática", dijó Marian Pueo, la directora teatral. "Supone un auténtico reto para estos actores amateur –continuó– pasar en poco tiempo de una emoción a otra; de la ternura a la cólera".


La compenetración y la química que destilaron los dos actores que interpretan a Isabel y Diego arrancaron los aplausos del público, sobre todo, durante la promesa de los Amantes, una de las escenas más emotivas que tuvo lugar por la noche en la plaza de la Catedral. Poco antes, Oriol Joanpere hizo gala de sus conocimientos en las artes marciales protagonizando una memorable lucha cuerpo a cuerpo con sus enemigos.

Diversificar los recursos

Ante las primeras escenas, la alcaldesa, Emma Buj, consideró que La Partida de Diego "se va consolidando como una de las importantes actividades culturales de la ciudad". Y agregó que la intención no es consituir "una réplica" de la multitudinaria recreación histórica de las Bodas de Isabel de febrero. "Queremos diversificar los recursos, aunque la temática tenga un mismo origen en los Amantes de Teruel", explicó.


La fiesta comienza a hacerse un hueco en el turismo de otoño, como lo demuestra el que los principales monumentos de la capital registrasen por la mañana un continuo movimiento. Dos parejas procedentes de Albacete se mostraban entusiasmadas por haber hecho coincidir la Partida de Diego con su visita a la Torre del Salvador, mientras un grupo de personas vestidas de almogávares hacían sonar sus cuernos en lo alto del campanario. "Hemos vivido en primera persona el turismo de experiencias, de emociones", relataba Olegaria Pérez, una de las visitantes.

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