La explanación realizada desde septiembre de 2015 en los terrenos de El Planizar con el objetivo de construir allí el futuro hospital de Teruel se deteriora a la espera de que se inicien los trabajos de cimentación del edificio sanitario. Estos no comenzarán, probablemente, hasta primeros de 2017, después de que el Gobierno aragonés haya anunciado que sacará a concurso las obras antes de finales de este año. Y eso será si no surgen nuevos imprevistos que generen el enésimo retraso en la ejecución del proyecto, que lleva más de cinco años dando vueltas por los despachos de la Administración.

Ocho meses después de terminado el movimiento de tierras, una actuación realizada por la empresa pública Tragsa con un coste de casi dos millones de euros, las lluvias y la nieve caídas en todo este tiempo han hecho que se formen multitud de cárcavas o socavones en los taludes, en algunos de los cuales ha empezado a crecer vegetación. De hecho, decenas de capitanas y otras plantas esteparias arrancadas por el viento se amontonan junto a la valla que rodea todo el perímetro de la explanación, ofreciendo una imagen de lugar abandonado a su suerte.

Técnicos de Tragsa advirtieron ayer de que la erosión será todavía mayor después del verano, debido a las frecuentes tormentas con lluvias torrenciales que se registran en Teruel durante los meses de julio y agosto. El agua arrastrará materiales originando escorrentías, grietas y zanjas.

Las mismas fuentes técnicas afirmaron que antes de que se reanuden las obras del nuevo hospital turolense será necesario "sí o sí, limpiar de vegetación la superficie y volver a compactar el terreno". Estos trabajos costarían a día de hoy alrededor de un 2% del gasto inicial, unos 40.000 euros, pero tras el verano el importe será mayor, al haberse producido, casi seguro, un deterioro más grave.

Desde el Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés, promotor de la construcción del nuevo hospital de la capital turolense, cuestionaron la importancia de los daños que se producirán en la explanación del terreno debido al largo tiempo que habrá transcurrido desde su terminación hasta el inicio de la cimentación del edificio.

"La empresa que hizo el movimiento de tierras lo dejó todo preparado de tal manera que el terreno pueda aguantar bastante tiempo los efectos del agua y de otros agentes que causan erosión", indicaron fuentes de la DGA. "En principio –continuaron–, no tiene por qué haber un gran deterioro; para eso se adoptaron medidas técnicas".Defender la provincia

Para el vicepresidente del Colegio de Médicos de Teruel, Jesús Martínez Burgui, ha llegado el momento de que diputados y senadores turolenses en las Cortes Generales así como consejeros autonómicos "trabajen en serio por el nuevo hospital", una obra que calificó como "muy necesaria".

En su opinión, con la explanación de los terrenos acometida durante el verano de 2015, el anterior Gobierno aragonés solo quiso "quedar bien ante la población de Teruel". "Los retrasos que siguieron a continuación solo revelan que falta presupuesto en la DGA para llevar a buen término un proyecto de un gran calibre", añadió Martínez Burgui. El responsable del organismo médico colegial consideró que la población turolense, muy envejecida, no es todo lo reivindicativa que debería ser, por lo que se hace necesario "que los políticos defiendan con más fuerza a Teruel".

Desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Teruel acusaron a la DGA de "falta de previsión", al no haber seguido con las obras del hospital tras realizar la explanación. "Ahora nos encontramos con dos millones de euros gastados y sin fecha para reanudar los trabajos", denunció el vicepresidente de la entidad, Michel Górriz, quien aventuró que ese 2% más de gasto para acondicionar de nuevo el terreno "se convertirá, seguro, en un 5% o más".