Bosques de Villarroya y Torrijas forman parte de un estudio europeo sobre cambio climático

El informe demostró que disminuye la capacidad de los árboles para absorber el carbono de la atmósfera.

El investigador Jesús Camarero toma muestras en un pino.
El investigador Jesús Camarero toma muestras en un pino. HA
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Bosques de la comarca de Gúdar-Javalambre han formado parte de un estudio europeo, liderado por expertos del Instituto Francés para la Investigación Agronómica (INRA), con el objetivo de analizar el efecto del aumento de las temperaturas en el cambio climático. Para llevar a cabo este proyecto, en el que han participado geógrafos de la Universidad de Zaragoza –en lo que respecta al análisis de especies arbóreas del Moncayo– y del Instituto Pirenaico de Ecología, en el caso de Teruel, se han examinado pormenorizadamente durante un año árboles de diferentes variedades. Los bosques turolenses han aportado datos relativos al comportamiento de los pinos albar o silvestre de montes de Villarroya de los Pinares, Torrijas y de Manzanera, en menor medida.


Los estudios, publicados a finales del año pasado en la revista ‘Nature Plants’, han determinado que el cambio climático está reduciendo la capacidad de los árboles para captar el carbono de la atmósfera, lo que podría ampliar el efecto invernadero en el planeta.

Para llegar a esta conclusión, se tomaron muestras cada quince días de los troncos de los árboles, que permitieron evaluar el crecimiento del volumen y densidad de la madera. Es en esta última fase en la que los ejemplares capturan el carbono. En contra de lo que se creía, que ambas operaciones se realizaban de forma simultánea, el proyecto europeo ha demostrado que estos dos procesos se producen con una diferencia de un mes, lo que, según los investigadores, indica que se está modificando el ciclo de asimilación de esa sustancia.


Jesús Camarero, investigador del CSIC en el Instituto Pirenaico de Ecología y el encargado de del informe relativo a las masas arbóreas de Teruel, señaló que estos estudios tienen gran importancia porque el tronco de los árboles "constituye un gran almacén de carbono, que es capaz de durar varias décadas". "Los bosques –agregó– son los grandes captadores de este elemento químico, que lo retienen y lo convierten en madera. Es una forma de mitigar el cambio climático". Camarero advirtió, no obstante, de que el desfase entre el crecimiento del volumen y de la densidad, que se ha detectado en todas las especies estudiadas del hemisferio norte del planeta, indica que "nuestros bosques son capaces de almacenarlo menos que antes, lo que implica que el cambio climático puede ser también más rápido de lo que se pensaba".Laboratorio de Mora

En la recogida de muestras colaboró el Laboratorio de Sanidad Forestal de Mora de Rubielos, con datos obtenidos a partir del año 2002, a raíz de un fenómeno de decaimiento detectado en los pinos de las zonas de Gúdar-Javalambre como consecuencia de la sequía. Jesús Camarero explicó que los pinos más afectados por esa enfermedad fueron los de los montes de Villarroya de los Pinares, y su patología más notoria era la pérdida de las hojas que derivaba en la muerte de los ejemplares.


El fenómeno se extendió a las masas forestales de Torrijas y en menor medida a Manzanera. Igualmente se detectó un foco más superficial en la Sierra de Albarracín.


El exhaustivo seguimiento que se llevó a cabo entonces por parte del laboratorio, dependiente del Gobierno de Aragón, en los ejemplares afectados ha permitido incorporar el muestreo al estudio europeo sobre el cambio climático recientemente publicado. Camarero indicó que los datos resultan plenamente actuales, además de cubrir carencias existentes en los estudios de las masas arbóreas de los bosques mediterráneos.


El informe relativo al área del Moncayo fue realizado por Edurne Martínez y Martín de Luis de la Universidad de Zaragoza.


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