Nuevo varapalo para el sector minero. En este caso, el golpe lo recibe directamente la mina de cielo abierto de Ariño, donde se llevarán a cabo 33 despidos en febrero. La empresa Villajos, subcontrata de la minera Samca que emplea actualmente a unas 65 personas en la explotación, ha previsto reducir a la mitad su plantilla ante el descenso de demanda de carbón en casi un tercio durante este mes de enero. Los trabajadores afectados, en su mayoría de localidades de la zona como Ariño, Alcorisa y Andorra, no saben todavía si podrán ser reubicados en otras explotaciones en las que opera la empresa o si, directamente, se quedarán en el paro.

Este mes, desde la explotación a cielo abierto Santa María se han llevado a la Térmica poco más de 42.000 toneladas de carbón, una tercera parte de lo que estaba saliendo de la mina el año pasado. Ante la perspectiva de que durante todo el año la cifra apenas alcance el medio millón de toneladas, en febrero también se eliminará el turno de noche que se viene realizando desde mitad del año pasado para cumplir las necesidades de suministro de la infraestructura andorrana.

Los despidos han caído como un jarro de agua fría tanto en la localidad como en la comarca Andorra Sierra de Arcos. "No nos esperábamos este varapalo tan tremendo, inaudito en la zona. Si esto no se aclara ni se ve ningún atisbo de luz, el futuro es cada vez más negro", recalcó ayer el alcalde de Ariño, Joaquín Noé.

Por su parte, el presidente de la comarca Andorra Sierra de Arcos, Antonio Donoso, recalcó que no es comparable la situación de los trabajadores de Villajos con los de Endesa porque la salida ahora sí es traumática.

"Medidas y no reuniones"

"Estoy muy preocupado. Necesitamos medidas concretas inmediatas y no reuniones dentro de dos y tres semanas. No entiendo lo que está ocurriendo. La prioridad es dar empleo a la gente que lo está perdiendo", aseguró Donoso refiriéndose a la puesta en marcha del plan de reindustrialización que los trabajadores plantearon este miércoles a la consejera de Industria de la DGA, Marta Gastón. No obstante, la titular del área transmitió que la reconversión es una responsabilidad del ejecutivo central.

Esta importante reducción de puestos de trabajo en Ariño coincide con la anunciada por Endesa en la Térmica de Andorra. Mediante un plan de optimización que se empezó a negociar esta semana en Madrid y que afecta a todas las centrales del país, en la Villa Minera se prevén 42 prejubilaciones en este primer trimestre del año que, a priori, no se restituirán.

Con esta realidad, la cuenca minera turolense deposita todas sus esperanzas en que Endesa decida finalmente invertir en la Central Térmica de Andorra los 230 millones de euros que necesita para adaptarse a la nueva normativa ambiental y alargar su vida útil más allá de 2023. Una decisión favorable garantizaría la estabilidad en el sector del carbón y posibilitaría la apertura de nuevas explotaciones a cielo abierto, como la que está prevista en el paraje de La Codoñera, en los términos municipales de Oliete y Alcaine. De ella se obtendrían aproximadamente 30 millones de toneladas brutas de carbón.

El último posicionamiento de Endesa con respecto a la inversión se dio este martes en Madrid, durante la primera reunión para negociar el plan de optimización. Los trabajadores barajaban la posibilidad de aceptarlo si Endesa se comprometía a realizar las inversiones. No obstante, no hubo acuerdo y Endesa incide en que es Enel Italia quien tiene que posicionarse con respecto a la inversión. Al no avanzar en ninguno de los aspectos, trabajadores y empresa se han vuelto a citar el próximo 25 de enero en Madrid.