La Sierra de Albarracín pondrá en marcha en otoño el mayor coto micológico de la provincia

La Comarca Sierra de Albarracín y los ayuntamientos que la integran tienen prácticamente ultimada la ordenanza con la que se pretende regular la recolección de hongos, con objeto de fomentar una explotación del bosque más sostenible y evitar el expolio de este producto. 

La idea que barajan los promotores es poner en marcha el reglamento durante este mismo otoño, pero, según el presidente de la Comarca, Inocencio Martínez, todo dependerá de la pluviometría y, por tanto, de si se trata de una temporada con suficientes recursos. 

El coto micológico de la Sierra de Albarracín será, con 65.000 hectáreas iniciales, el de mayores proporciones de la provincia de Teruel, muy superior al del Maestrazgo, el primero que se puso en marcha y que abarca una extensión de 10.000 hectáreas de superficie. 

Inocencio Martínez señaló que con esta iniciativa, lejos de tener fines recaudatorios, se persigue un ordenamiento de los aprovechamientos del monte, "en algunos casos sometido a auténticos casos de vandalismo". Y agregó que en ciertos periodos de abundancia de hongos, se ha llegado a detectar la presencia en la sierra "de microbuses contratados por empresas para recoger setas a nivel comercial". "La misión de la normativa es conservar los pinares como lo hace la propia gente del lugar que, al fin y al cabo, es la que lo protege de verdad", subrayó Martínez. Definir la forma de gestión

Uno de los flecos pendientes es la forma de gestión del coto, ya que,  si bien es un proyecto común, de ámbito comarcal y promovido por ayuntamientos y Comarca, falta por definir si será administrado de manera individual por cada uno de los municipios o a través de una fórmula conjunta. Lo que está claro es que son las mismas ordenanzas, con pases iguales y válidos para cualquier municipio acogido al proyecto.  

Por el momento, se ha adherido el 80% de los ayuntamientos de la comarca, compuesta por 25 municipios, pero se espera que la iniciativa sea respaldada por un mayor número, a medida que se conozcan los resultados de la misma. La propuesta, ahora limitada a montes de titularidad pública, queda abierta, sin embargo, a la futura incorporación de fincas de titularidad privada, tierras que soportan, igualmente, la masiva presencia de buscadores de setas.

La ordenanza recoge la concesión de permisos turísticos diarios por una cuantía de 5 euros y la posibilidad de recolectar hasta diez kilos de hongos. Se plantean pases semanales de 10 euros. El técnico de Turismo de la Comarca de la Sierra de Albarracín, Víctor Lacambra, puntualiza, no obstante, que el objetivo de la normativa no es tanto rentabilizar este producto del bosque, sino "lograr una explotación racional del recurso". "Queremos que no se agote por una sobreexplotación y que haya suficiente variedad de hongos para que la gente pueda disfrutar de este rincón incomparable de la naturaleza", añadió.

Algunas zonas de la Sierra de Albarracín soportan una gran presión, con la concurrencia de numerosos recolectores. Suelen ser, según explicó el técnico, aquellos enclaves en losque se registran más precipitaciones y que se corresponden con los montes de la parte alta de la comarca. El Puerto de Bronchales, Orihuela del Tremedal y las zonas de Guadalaviar, Griegos y Villar del Cobo figuran entre las más solicitadas por los aficionados a la micología por el hecho de contar con gran variedad de especies. Pero a ellos también hay que añadir ciertos parajes del Espacio Protegido del Rodeno y la zona de Rubiales, El Campillo y Bezas, muy frecuentados debido a su proximidad con la capital.

La Sierra de Albarracín sigue los pasos de la comarca del Maestrazgo, cuyos pueblos llevan varios años desarrollando cotos micológicos con buenos resultados.