El albergue de las estrellas brilla en Aliaga

La provincia de Teruel es uno de los lugares de España con menor contaminación lumínica. Esta característica la convierte en un enclave idóneo para la observación de estrellas y el desarrollo del turismo astronómico en Aragón.

En total, Teruel cuento con 5 alojamientos que poseen la certificación que concede la Fundación Starlight, creada por el Instituto de Astrofísica de Canarias. Con este reconocimiento se acreditan “aquellos espacios que poseen una excelente calidad de cielo y que representan un ejemplo de protección y conservación”, explican desde la Fundación.

El balneario de Manzanera El Paraíso; El Patio del Maestrazgo, alojamiento rural en Villarroya de los Pinares; el hotel restaurante La Torre del Visco, en Fuentespalda; el hotel rural Mas de Cebrián, en Puertomingalvo; y el albergue de Aliaga ya cuentan con el sello de esta organización cuyo objetivo es aunar ciencia y turismo.

La Fundación Starlight incluye en sus listado de parques, hoteles y destinos turísticos “escenarios que incorporan la observación del firmamento como parte de su patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico y fomentan a su vez el 'turismo de las estrellas'”. Su certificación cuenta con el respaldo de la Unesco, la Organización Mundial de Turismo y la Unión Astronómica Internacional.

Raquel Alloza y Pablo Roig son un matrimonio de Zaragoza que dejó la capital aragonesa para poner en marcha un nuevo proyecto en Aliaga. Desde 2014, regentan el albergue de la localidad, el primero de Aragón reconocido por la Fundación Starlight. Fue en 2015, y desde entonces, organizan actividades y fines de semana relacionados con la observación astronómica.

“El principal requisito para obtener la certificación es, sobre todo, que la calidad del cielo sea suficientemente buena para que se puedan observar muy bien las estrellas. Se deben enviar unas mediciones para demostrar que en la zona no existe contaminación lumínica”, explica Raquel Alloza.

“Existe un aparato especial para realizar esas mediciones pero también puede realizarse por medio de aplicación móviles y a través del conteo de estrellas. Esta última tal vez sea el método más rudimentario aunque igual de válido. A partir de una serie de imágenes distribuidas se tiene que observar cuál es la más parecida a la que uno ve. Según en qué coordenadas geográficas están y según las estrellas que veas se puede determinar el nivel de contaminación lumínica”, añade.

El albergue, situado en el parque geológico de Aliaga, se suma a la oferta cultural de la zona, que cuenta con el Museo Minero de Escucha y Dinópolis, entre otros reclamos turísticos.

“A lo largo del año organizamos muchos fines de semana 'Starlight', con actividades que se basan en la observación de las estrellas por la noche. En verano, llegan grupos de turistas ingleses atraídos por la posibilidad de contemplar un firmamento tan despejado como el que se encuentra en este entorno, ya que en el Reino Unido es difícil ver un cielo así, no solo por la contaminación lumínica sino por el clima”, apostilla.