«No puedo ni contar las horas que he invertido en preparar la unidad didáctica que me pedían en la oposición a maestra y ahora me dicen que por un error de forma, porque no he escrito el texto con doble espacio, no puedo exponer mi trabajo y tengo que tirar mi esfuerzo y mi año de estudio a la basura». Carolina P. es de Zaragoza, tiene 24 años y es una de los decenas de opositores a maestro que en los últimos días han presentado quejas ante los sindicatos por las «duras exigencias» de los tribunales correctores.

Todas estas protestas se refieren a la unidad didáctica que los aspirantes debían entregar el día del examen (24 de junio) y que los posteriores días tenían que defender ante un tribunal. Según los afectados, ha habido un elevado número de opositores a los que ni siquiera se les ha dejado defender su trabajo porque no lo habían escrito a doble espacio, como se exigía. «No creo que sea una cuestión tan grave ni que eso tenga que decidir si alguien está o no capacitado para ser maestro. Lo están utilizando para quitarse gente y aligerar», protesta otra de las candidatas a trabajar en la escuela pública.

Los miembros de los tribunales consultados alegan que ellos atienden a las instrucciones. «Lo sentimos, pero los que no cumplen lo exigido se quedan fuera. Esto pasa en todas las oposiciones», cuentan.

Los opositores insisten en que el hecho de tener que escribir todo con doble espacio no está bien explicado en las condiciones de solicitud. «Si no, ¿cómo se explica que seamos tantos los que estamos siendo rechazados por esta causa? Si lo hubiéramos sabido lo hubiéramos hecho bien», critica Carolina P.

Unos 7.500 candidatos se presentaron a los exámenes para acceder a una de las 320 plazas fijas de maestro que se ofertaban en Aragón. La mitad son personas que ya cuentan con méritos al haber trabajado en la Administración.