¿Cómo va la auditoría?

Si todo va bien, entre septiembre y octubre tendremos los resultados. Quiero ser prudente, que los datos que se den sean ciertos. No solo por la credibilidad del Gobierno, sino de las instituciones.

Pero ya ha dado alguno, como el agujero farmacéutico. ¿Espera muchas sorpresas?Nos vamos a encontrar desajustes y tensiones presupuestarias. Aragón, en principio, no está señalada en términos de déficit. Hay que reconocer que ya se hicieron ajustes el año pasado a instancias del Ministerio de Hacienda. Y nosotros debemos seguir en la senda de la reestructuración administrativa. En el caso de Sanidad, cualquier Gobierno que entrase en la Comunidad tendría facturas pendientes, y nosotros tenemos 252 millones.

¿Qué margen presupuestario se tiene para pagar esas facturas? ¿Va a poder acabar el año?

El margen es reducido. Ahora mismo no hay cobertura presupuestaria para atender este año todas las facturas pendientes de pago. Parte habrá que computarlas al presupuesto de 2012.

¿De cuánto dinero hablamos?

Depende de la proyección de lo que podamos pagar. Una razonable es de 350-400 millones en gasto sanitario y veremos qué podemos atender este año.

Quiere renegociar el plan Red de carreteras, pero está todo adjudicado. ¿Cómo se hace?

No puedo adelantar nada, pero barajamos dos o tres escenarios que podrían ser compatibles con el objetivo de estabilidad. El lunes me reúno con el consejero de Obras Públicas para analizar la situación. Tres de los ocho proyectos tienen incidencia en el déficit y en la deuda pública. Y para lo que no tenemos margen es para acumular más deuda.

Son unos 200 millones los que computan como deuda del plan Red. ¿Qué margen queda?

Para un déficit del 1,3% que se nos permite para el año que viene, con el plan Red no cumplimos con el objetivo de estabilidad del Ministerio de Economía y Hacienda. Y esto supondría que los mercados nos verían como incumplidores, que nuestra deuda la colocaríamos a un precio mucho más caro y que, por supuesto, los proveedores tendrían dudas de nuestra solvencia.

¿Qué más agujeros se han encontrado en la DGA?

En la DGA hay minifundismo en agujeros.

¿Puede poner ejemplos?

En Dependencia tenemos un problema, porque el Estado reconoce múltiples derechos y el sistema está infradotado económicamente. Una cosa que debe quedar clara es que muchos de los desfases presupuestarios son consecuencia de la disociación entre la legislación del Estado y la capacidad de gestión de las comunidades. El modelo de financiación y organización administrativa no está funcionando. O lo cambiamos radicalmente o España estará en una situación muy difícil.

¿Y esta falta de financiación afectará a servicios básicos?

No. Las administraciones deben dar prioridad a los servicios públicos de carácter obligatorio, que son la sanidad, la educación y los servicios sociales y que suponen el 70% del gasto no financiero de la DGA. Por eso, vamos a racionalizar al máximo la gestión y solo vamos a ajustar donde haya gastos superfluos. Y optimizaremos los sistemas de gestión de personal y de recursos. Tenemos recorrido.

¿Qué gastos superfluos ha habido?

Vamos a ver cómo se ha contratado personal eventual, porque hay mucho. Es el chocolate del loro, evidentemente, pero luego vamos a ver cómo los sistemas de contratación no han sido racionales en algunas áreas. Ya se han dado instrucciones a los secretarios generales para que analicen las plantillas de todas las consejerías para ver la situación. Y vamos a ver cuántas plazas vacantes hay para amortizar alguna, sin tocar la plantilla sanitaria ni educativa inicialmente. A veces no hay que adoptar una medida traumática.

¿Y serán necesarias más rebajas de sueldo a funcionarios?

Como iniciativa mía, no. El recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la mayor parte de los funcionarios de este país contra la bajada de sueldos fue coelaborado por mí.

¿Por dónde van a empezar los recortes?

Por ejemplo, en la Corporación de empresas públicas tendremos que distinguir qué entidades reportan una rentabilidad económica y social y cuáles no. De las más de cien entidades participadas, solo 18 prestan servicios de carácter general. Y como liberal, soy de los que piensan que la promoción pública no se hace creando empresas, sino las condiciones necesarias para que el sector privado se desarrolle. No podemos sustituir la iniciativa privada, porque no tenemos recursos ni financiación.

Con el panorama que dibuja, ¿cuántas empresas públicas se pueden salvar?

El consejero (Alberto) Larraz ya inició una reforma bastante audaz. No es un problema de que el PP quiera podar las entidades públicas, no soy el 'manos tijeras' que viene a cortar la Corporación.

Pues el PP ha sido muy beligerante antes de llegar a la DGA con la necesidad de recortar.

El objetivo es reestructurar la Corporación.

Defiende que solo tienen sentido sociedades participadas de servicio público y Aramón no sería una de ellas. ¿Por qué se salva en el acuerdo de gobernabilidad?

Tampoco nos hagamos trampas en el juego. El PP gobierna con un pacto de gobernabilidad con el PAR. Tiene razón, Aramón no es una entidad que preste un servicio público obligatorio, pero también he dicho que habrá que analizar la rentabilidad económica y social de cada entidad. Yo diría que Aramón es uno de los casos más claros de colaboración público-privada que he visto. Y no funciona mal.

Pero no da dinero.

Pero genera rentabilidad social. Eso a la izquierda le gusta. Genera rentabilidad social para las ciudades de los Pirineos y para los trabajadores de allí.

Hablando de podar, ¿es partidario de eliminar delegaciones de la DGA?

Vamos a hacer un estudio de cuáles son las utilidades para tomar decisiones. No está previsto que desaparezcan las oficinas de Huesca, Teruel y Zaragoza. Y se mantendrán las de las cabeceras de comarca si, como me han dicho, los inmuebles donde se ubican son propiedad de los ayuntamientos y si tengo la garantía de que prestan servicios bien recibidos por la comunidad. En las de Madrid y Bruselas se ajustarán las plantillas.

Rudi cifró el recorte en cargos de confianza en 22 millones. En una comunidad con una deuda 3.300 millones es el chocolate del loro.

Bueno, pero tiene un efecto edificante. Por supuesto, eso es la nada desde el punto de vista de las magnitudes que estamos evaluando.

Entonces, ¿de dónde saldrá el grueso de ese ahorro?

Vamos a adoptar medidas. Por ejemplo, en el gasto sanitario vamos a intentar introducir medidas de adquisición centralizada que procuren un mayor ahorro.

Considera prescindibles las teles autonómicas, pero en el acuerdo con el PAR se defiende la aragonesa. ¿Ha cambiado de opinión?

Me pone en un compromiso. Una cosa es lo que uno piensa y otra es el pragmatismo de la actividad política. El PP no gobierna con mayoría absoluta y si uno gobierna con un aliado, evidentemente las ideas habrá que adaptarlas a lo que diga el aliado.

Quieren mantener servicios y bajar impuestos. ¿Cómo es posible?

España ha evolucionado de forma radical en todas las comunidades en la senda de que había que rebajar impuestos. Es una forma de irresponsabilidad fiscal, y fíjese que lo dice un liberal. Se prefiere que se transfiera financiación del Estado y no asumir el coste de cobrar impuestos. Pero tenemos muy poco margen para bajar impuestos, porque la mayor parte depende de las transferencias del Estado. Vamos a intentar este año suprimir el impuesto del tendido de las pistas de esquí, que tiene una capacidad recaudatoria de 1,5 millones. Pero si lo suprimimos es con la garantía de que las estaciones van a repercutir la rebaja en los usuarios.

¿Y el de Sucesiones?

Tenemos para cumplir la promesa electoral cuatro años.

Dice que hay poco margen, pero en el acuerdo de gobierno se recogen todo tipo de rebajas fiscales. ¿Lo tiene claro usted? ¿Ya ha hecho las cuentas?

Esto es un pacto de gobernabilidad y habrá cosas que se podrán hacer y otras que no. Si el consumo no crece y apenas se percibe una pequeña mejora en la renta, toda la proyección de ingresos del Estado es una pura ilusión. Vamos a obtener la mitad de ingresos y no tengo margen para bajar impuestos.

¿Nos olvidamos entonces de la rebaja fiscal anunciada, más allá del de Sucesiones y el del tendido de estaciones?

Hoy por soy, solo esos dos. Veremos el decalaje del de Sucesiones, que podría aplicarse en 2013. De momento, nos olvidamos de bajar impuestos.

No es militante del PP, pero le tachan de representar la línea dura del partido, de la fundación FAES. ¿Le parece un insulto que le llamen ultraconservador?

No. Primero no soy ultraconservador, aunque tampoco sé muy bien qué es eso. Yo fui asesor del presidente Aznar durante cuatro años y fue una etapa profesional de mi vida excelente. Y la fundación del PP es liberal, aunque es verdad que produce por partes iguales adhesiones y repugnancia, probablemente por la personalidad de su presidente (Aznar). Para mí ha sido la mayor escuela de libertad que he conocido.

¿Se marchará al gobierno de Rajoy como se dice?

Las cosas que han salido en algunos medios son disparatadas. Creo que hay personas muy capacitadas, mucho más que yo, para formar parte del equipo de Rajoy. Desde luego, si alguna vez llamara se valoraría, pero yo he venido aquí para estar cuatro años.