FINANCIACIÓN SANITARIA

Los expertos coinciden en que hay que controlar el gasto sanitario y la oferta de nuevos servicios

El gasto sanitario no ha parado de crecer en los últimos años. El Departamento de Salud y Consumo se lleva ya un buen pellizco del total del presupuesto de Aragón y alcanza los 1.873 millones. En un momento de crisis como el actual, el debate está en la calle y todos coinciden en que habrá que poner en marcha mecanismos para controlar el gasto. Apuestan por centrar las medidas en la oferta sanitaria actual.

De izquierda a derecha, Demetrio Calvo, Manuel García Encabo, Angelina Lázaro, Ricardo Canals y Juan Carlos Gimeno en la farmacia del Hospital Provincial
Los expertos coinciden en que hay que controlar el gasto sanitario y la oferta de nuevos servicios
OLIVER DUCH

¿Realmente somos conscientes de lo que cuesta la sanidad?, ¿una visita al médico?, ¿una atención en Urgencias? Andalucía ha comenzado a emitir facturas 'sombra' para concienciar a los ciudadanos del coste de su asistencia sanitaria y el debate sobre la posibilidad de implantar el copago en España está en la calle. Otros países ya lo han hecho. ¿Pero realmente es la opción más adecuada para controlar el gasto sanitario en España y en Aragón?

 

Expertos de diferentes sectores de la población relacionados con la sanidad participaron en un debate sobre el modelo actual del sistema sanitario y su financiación. El gasto se ha ido disparando con el paso de los años. El Departamento de Salud y Consumo contó en 2004 con 1.220 millones de euros, mientras que en 2010 esa cantidad ya llega a los 1.873. Un incremento que también se traduce en el coste por habitante. Si antes de las transferencias sanitarias, que se hicieron efectivas en 2002, no llegaba a los 1.000 euros, ahora alcanza los casi 1.500.

 

"El problema es que el gasto sanitario está aumentando más que el crecimiento económico de los países, estamos creciendo por encima del Producto Interior Bruto. El desequilibrio se produce en estos años de crisis económica, cuando el PIB va a crecer menos. Esto va a originar un interrogante sobre la sostenibilidad del sistema", explica el director general de Planificación y Aseguramiento de Salud y Consumo, Manuel García Encabo.

 

Para Angelina Lázaro, profesora de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza, la "presión" sobre el gasto sanitario ha estado ligada al incremento de la población en los últimos años, el aumento de la esperanza de vida y, por consiguiente, la incidencia de los enfermos crónicos en la demanda de la atención sanitaria. "Y, por otro lado, no hay que olvidar los avances de la tecnología", señala. "El ex ministro de Sanidad y Consumo Ernest Lluch ya decía que la salud no tiene precio, pero tiene un coste. Todos los países se están replanteando los sistemas sanitarios de forma que las prestaciones y la calidad se mantengan. Hay que buscar mecanismos de sostenibilidad financiera a medio o largo plazo", añade.

 

El problema -según Ricardo Canals, diputado del Partido Popular (PP)- es que ese gasto añadido no ha repercutido directamente en la asistencia sanitaria. "Creo que no se ha notado en aquellas cosas que realmente interesan al ciudadano: que no haya lista de espera, que el médico le atienda pronto o que las Urgencias no se saturen. Estamos en una situación igual o muy parecida a la de hace ocho años. Nos tenemos que preguntar ¿Es eficiente el gasto?", reflexiona el diputado del PP, que es médico de Familia y fue director del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

 

La Asociación en Defensa de la Sanidad Pública es un poco más optimista y asegura que a España todavía le queda un margen para ponerse a la altura de otros países con niveles parecidos al nuestro. "Estamos en torno al 6% del PIB, por debajo de otros países que están en el 7,5%. De hecho, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió que llegaríamos a este porcentaje. Solo con que se dedicara una décima parte del fraude fiscal a la sanidad, tendríamos una sanidad mucho mejor", incide el portavoz de esta entidad, Demetrio Calvo.

 

No obstante, todos coinciden en que hay que tomar medidas para controlar el gasto, aunque no consideran que el copago sea el mecanismo más adecuado, por la carga que supondría para los usuarios y, sobre todo, por la situación de crisis económica actual. Además, recuerdan que en España, este sistema ya existe.

El debate del copago

"Los españoles pagamos de nuestro bolsillo el 21,1% del gasto sanitario. Es decir, de 100 euros que gasta, 21 corre a cargo del paciente", explica García Encabo. Por encima de otros países como Reino Unido donde aportan 11,4; Francia, un 6,8 y similar al de Italia, con una contribución del 20%. "El ciudadano del sistema nacional de salud ya tiene un copago, aunque no en Atención Primaria ni especializada, sino en algunas prestaciones que en otros sistemas de salud entran y aquí, no. Por ejemplo, odontología, rehabilitación?", asegura el director de Planificación. A lo que el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Juan Carlos Gimeno, añade: "Tengo mis dudas de que el copago limitase la factura, por ejemplo, en Atención Primaria. Porque el mecanismo para controlar este copago superaría con creces la recaudación. En estos momentos, ya hay un sistema de copago que funciona bastante bien. Y en el momento de crisis económica actual?".

 

En ese sentido, Calvo considera que la implantación de un copago "mayor" generaría desigualdades con las "capas más débiles de la sociedad" y podría "limitar" la "medicina preventiva", ya que "en otros países se ha demostrado que la gente deja de ir a las consultas si tiene que pagar". "Estaríamos ahorrando un dinero ahora para diferirlo y multiplicarlo posteriormente", manifiesta.

 

Aunque también reconoce que no es el mejor momento para su implantación, Angelina Lázaro aclara que el copago es "una experiencia dilatada" que otros países la han aplicado "sin problemas". En Alemania, por ejemplo, se paga 10 euros en Urgencias. No obstante, recuerda que habría que plantearse "mecanismos" que afecten o mejoren la organización de la oferta sanitaria actual. Es decir, un control de los medicamentos, pruebas diagnósticas o intervenciones quirúrgicas que se introducen en el sistema.

Sin embargo, García Encabo admite que existen ciertos grupos que presionan sobre el sistema, que dificultan que esto se lleve a la práctica.

 

En Aragón, existe una comisión de evaluación de la cartera de servicios que se implantan y otra, cuya andadura comenzó hace muy poco tiempo, que examina y decide los medicamentos que se utilizan en los hospitales de la Comunidad aragonesa. En estas, están presentes profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes.

Maneras indirectas al ahorro

Como medidas "indirectas" que fomentan el ahorro sanitario, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza explica que estos contribuyen a través de la dispensación de medicamentos sin receta y el "autocuidado" de la salud. "Un 40% de la población acude a las farmacias como primer punto de asistencia. Además, cooperamos con las campañas de educación sanitaria, con el objetivo de informar a los ciudadanos de determinadas patologías", recuerda Gimeno.

 

Además, aprovecha el encuentro para advertir a la población del riesgo de comprar fármacos a través de internet. Se calcula que el año pasado se adquirieron online cuatro millones de medicamentos. "Esto es preocupante y esto sí que genera más gasto, porque hay muchas personas que tienen que acudir posteriormente a la sanidad pública con problemas más graves", precisa Gimeno, que recuerda que, además, se ha conseguido controlar a lo largo de estos últimos años la factura farmacéutica con la introducción de los genéricos.

 

En una de sus intervenciones, Canals va más allá y confía en que en un futuro se consiga un proyecto nacional común por la sanidad, ya que no considera efectivo trabajar individualmente. De hecho, recuerda que las transferencias originaron que los españoles no tengan los mismos derechos. "No lo podemos solucionar autonomía por autonomía", indica.

 

Algo que apoyan el resto de los presentes, que consideran necesario un gran pacto social por la sanidad de todos los partidos y colectivos sociales. Momentos antes de levantar la sesión y ante la posible sensación de pesimismo que ha podido quedar tras la reflexión, Angelina lanza un mensaje claro y directo a la población española y, especialmente, a la aragonesa: "Que no quede ninguna duda de que tenemos el mejor sistema sanitario del mundo", defiende. Todos asienten sin dudarlo.