ABANDONO

La Ronda Norte ya no tiene obreros

La construcción del tercer carril de la circunvalación exterior de Zaragoza quedó ayer paralizada por completo. Solo quedaban unos meses para rematar la obra, pero por decisión del Ministerio de Fomento se demorará ahora su conclusión hasta el año 2014.

El tercer carril, asfaltado junto al enlace del aeropuerto
La Ronda Norte ya no tiene obreros
ESTHER CASAS

Los números cantan. El viernes había trabajando en la ampliación de la Ronda Norte de Zaragoza cerca de 200 operarios. Ayer, era imposible ver un solo obrero en alguno de los tajos abiertos. Parecía el escenario de una película apocalíptica: viaductos tendidos sin continuación, armaduras de hierro aún por recubrir de cemento y máquinas de asfaltado abandonadas. Y mientras tanto, miles de camiones y coches pasando por carriles estrechados mediante barreras de hormigón.

El abandono de la obra saltaba a la vista a lo largo del trazado, de más de 18 kilómetros de longitud, entre el entorno de Plaza y del aeropuerto hasta la autopista de Barcelona. Las máquinas se podían contar con las dos manos y en todos los casos estaban paradas: en el tercer carril que estaba en pleno asfaltado en los últimos días junto al desvío al aeropuerto había tres, mientras que en el nudo de la carretera de Logroño se apelotonaban tres camiones y varias excavadoras. La imagen en ambos casos era desoladora.

Pero aún era peor ver la maraña de viaductos y ramales a medio construir sobre la N-232 y la A-68. Los taludes ya estaban listos y apenas faltaban dos meses de trabajo para su puesta en servicio, según reconocieron fuentes del Ministerio de Fomento. "Esto es un desastre", añadieron.

Cualquier conductor se puede dar cuenta del abandono con tan solo mirar por las ventanillas. A la altura de la A-68, los viaductos lucían incluso los pretiles de seguridad, de un azul intenso, que se acabaron de montar el viernes.

La estampida de trabajadores debió ser precipitada, porque en ese mismo punto se dejaron de retirar dos bidones con 400 kilos de brea, varios palés y puntales para protección de obra.

Pero lo que más llama la atención son los desniveles existentes entre la calzada y la zona de obra, que ha limitado el espacio para el tráfico con decenas de barreras de hormigón. En algunos puntos, se había seccionado hasta un metro de plataforma viaria para agrandarla, junto a la que pasan los coches, lo que da una idea de la situación en la que se queda. Y así continuará mucho tiempo, ya que el Ministerio demorará su construcción hasta 2014.

La Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón pretendía estrenar este mismo otoño el tercer carril de la Ronda Norte en los tramos comprendidos entre Plaza y el nudo de Ranillas y entre el nuevo puente del Gállego (solo pendiente de asfaltar) y Malpica. Y para primavera del próximo año se pretendía rematar la obra, adjudicada en 89 millones de euros, con el estreno de las vías colectoras del tramo central, entre Ranillas y Cogullada, pensadas para el tráfico de acceso a la ciudad. Hasta esta actuación se veía ayer avanzada: un gigantesco cúmulo de tierra crecía a la altura del Centro Politécnico Superior, necesario para ensanchar la circunvalación. Eso sí, ni una máquina se atisbaba en esta gigantesca pista de tierra.

Sobre la carretera de Huesca, uno de los nudos más complejos, se aprecia el falso túnel construido bajo la Ronda Norte y el esqueleto de hormigón de un viaducto. Unos centenares de metros más al oeste, el nuevo puente sobre el río Gállego sigue a la espera de su asfaltado como testigo mudo de la política ministerial. Como en el resto del trazado, no se veía ni un alma en la obra en plena 'hora punta', al mediodía.