Desde mediados y hasta finales del mes de marzo la Fundación Agua y Progreso, financiada por el Gobierno de la Comunidad Valenciana con cerca de 700.000 euros como informa el diario Levante-emv.com, ha puesto en marcha una campaña radiofónica en la comunidad levantina para reivindicar la realización del trasvase del Ebro y defender el mantenimiento del Tajo-Segura de cara a las elecciones.

En la cuñas publicitarias de la institución se escucha: «500.000 empleos supone el agua sobrante que el Ebro vierte al mar. 500.000 razones para reivindicar. Sí al trasvase del Ebro. Claro como el Agua. Fundación Agua y Progreso, Generalitat Valenciana».

Estas cifras, según señala el presidente de la Fundación Agua y Progreso, José Alberto Comos, se desprenden de dos informes elaborados por el catedrático de Economía Aplicada, Joaquín Melgarejo, de la Universidad de Alicante.

«Con la realización del trasvase ganamos todos. Si el Ebro mejora, Aragón también va a aumentar sus beneficios», señala Comos, presidente de la fundación. «Tenemos que ganar todos, aunque ganar lo mismo es difícil» reconoce.

José Alberto Comos manifiesta que tienen «parte de culpa» porque «no han sabido explicar bien el proyecto» y que «alguien está utilizando un sentimiento que no se corresponde con la realidad», en relación al «conflicto artificial creado por el influjo político por parte de todos».

«En el Ebro tiene prioridad Aragón pero el agua es española», reivindica Comos, y destaca que desde su fundación «están de acuerdo con el Pacto del Agua aragonés», comprendiendo que Aragón «tiene preferencia en la realización de las obras que crea oportunas» en el cauce del río.

«Aragón tiene derecho preferente» sobre el Ebro, «nosotros solo queremos el excedente». «El trasvase aumentaría la potencia económica de España» continúa el presidente, «si no somos capaces como españoles de repartir el agua, somos otra cosa pero no España. Todos formamos parte de un proyecto común».

Valor monetario del agua

El presidente de la Fundación Agua y Progreso señala que una de las soluciones que ellos proponen es «otorgar un valor monetario al uso del agua», «en Estremera, Madrid, están encantados con esta medida aunque al principio eran un poco reacios», revela Comos.

«Con los bancos de agua, los regantes de todas partes estarían satisfechos, unos por regar y otros por recibir dinero a cambio de ceder ese derecho» remarca el presidente de la fundación quién comenta que en California, EE.UU., ya se han puesto en marcha estas iniciativas con resultados muy positivos. La idea es «plantar menos» pero «se contribuye con dinero» la cesión del «derecho a regar».

Desde la Fundación proponen que el trasvase comience en la localidad catalana de Xerta, a veinte kilómetros de Tortosa, «donde se encuentra el último usuario de agua del Ebro», ya que «aumentaría la potencia económica de España». «Reclamamos un tercio del agua sobrante que el Ebro vierte al mar», cerca de «unos 33 metros cúbicos por segundo al año».

José Alberto Comos señala que la «línea de reserva del caudal ecológico del Ebro» está en torno a «100 metros cúbicos por segundo al año» y que «la media actual del río es de cerca de 300 metros cúbicos»