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La DGA defiende que los viejos
trenes reciclados de Cataluña
son "más fiables"

El director general de Transportes dice que los regionales están "en buen uso" pese a su antigüedad y que las cifras de viajeros son "miserables"Simón Casas justifica a Renfe frente a la indignación de partidos, sindicatos y consumidores

La DGA defiende que los viejos <br />trenes reciclados de Cataluña<br /> son "más fiables"
La DGA defiende que los viejos
trenes reciclados de Cataluña
son "más fiables"
juan carlos arcos

El Gobierno de Aragón cerró ayer filas con Renfe hasta el punto de asumir, punto por punto, los argumentos esgrimidos por la compañía para justificar el envío de Cercanías retirados en Cataluña para cubrir los servicios regionales de la Comunidad. El director general de Transportes, Simón Casas, señaló que los trenes reciclados son "más fiables" que los que sustituye, pese a que tienen similar antigüedad (más de 30 años) y son más incómodos. Mientras tanto, los partidos, los sindicatos y los consumidores mostraron su indignación por que Renfe convierta la red aragonesa "en el basurero ferroviario del país".

 

El director general de Transporte no solo hizo suyos los argumentos de Renfe, sino que llegó más lejos a la hora de defender su política comercial. Para ello, calificó la cifras de viajeros en Aragón de "miserables" y sentenció que la flota que circula por las líneas regionales están "en buen uso" pese a su antigüedad.

 

Como apuntó ayer este diario, Renfe destina a Aragón sus trenes más viejos y ahora los está sustituyendo por Cercanías catalanes ya retirados, que datan de 1975 y que fueron reformados en 1993. Solo uno de los cinco modelos de la flota de regionales que circula por la Comunidad data de los 90, mientras que el resto están achacosos porque llegan a tener hasta 38 años de vida.

 

Fuentes oficiales de Renfe apuntaron el jueves que los trenes eléctrico reciclados, de la serie 440, son "más fiables" que los 432 a los que sustituye. También negaron el agravio comparativo porque Zaragoza dispone de los trenes de Cercanías y Alta Velocidad "más modernos de Europa". Lo mismo repitió ayer Simón Casas, quien sostuvo que, "globalmente", la operadora ferroviaria está mejorando "de forma continua" los servicios en la Comunidad. No obstante, destacó que la DGA "no tiene competencias" en materia ferroviaria. "No somos los encargados de la gestión, pero me da confianza que todo el material está en buen uso", dijo.

 

El director general de Transportes apuntó que las cifras de pasajeros son tan "miserables" en las distintas líneas regionales que lograr el compromiso de Renfe para que traiga los trenes regionales diésel más modernos, los 599, cuando estén homologados supone "todo un éxito".

Su postura supone un balón de oxígeno para la compañía, a la que tanto se le ha criticado en los últimos años por las averías del material, incluso desde la propia Consejería de Obras Públicas.

 

Simón Casas también consideró que no existe un "problema importante de movilidad en Aragón" pese al empeño en mantener la apuesta por los deficitarios regionales frente a los "más eficientes" autobuses de línea.

Frente común

Para los partidos, incluso para los aragonesistas que gobiernan con el PSOE, la llegada de trenes ya desechados en Cataluña es "inaceptable". Los portavoces del PP, del PAR y de Chunta consideraron que la política de Renfe parece dirigida a condenar los servicios regionales. Pero no solo hicieron responsable a la compañía y al Ministerio de Fomento, sino que hicieron extensible el problema a la DGA. "Con estos trenes es como si se utilizaran autobuses de TUZSA para ir a Teruel", dijo a modo de ejemplo el diputado nacionalista Bizén Fuster.

 

Políticos, sindicalistas y consumidores coincidieron en señalar que se debe romper el "círculo vicioso" que establece la compañía y los responsables de la Administración al dar un servicio deficiente que no se adapta a la demanda y que, por tanto, provoca el abandono del ferrocarril convencional por parte de los viajeros. Y con ello, argumentaron, se justifica el abandono de las inversiones. "Con episodios así se demuestra que no todos los españoles vamos en el mismo tren", señaló la presidenta de la Asociación de Consumidores Torreramona, Olvido Blasco.

 

El responsable del sector ferroviario de UGT-Aragón, Óscar Martínez, apuntó que lo malo no es la antigüedad de los trenes de Aragón, sino que es un símbolo del "mal endémico" que padece la red convencional en la Comunidad. "Demuestra que el Ministerio de Fomento no tiene ningún interés en impulsar el ferrocarril convencional en Aragón", concluyó.