PATRIMONIO

La 'Capilla Sixtina' del Renacimiento español, a punto

La restauración de las pinturas descubiertas en el interior del templo está prácticamente concluida.

"Lo más llamativo de la catedral de Tarazona, cuando vuelva a abrir sus puertas, va a ser sin duda el conjunto de pinturas murales". La historiadora del arte Carmen Gómez Urdáñez lleva ya 13 años en el equipo multidisciplinar que trabaja para devolver la seo turiasonense el esplendor perdido. El conjunto de pinturas murales del interior va a sorprender no solo a los que visiten el templo por primera vez, sino además a los que ya lo conocían.

 

"Sorprenderán las pinturas pero, también, otro valor decorativo que hasta ahora casi no se le había prestado atención por parte de los historiadores del arte -añade Gómez Urdáñez-, y son los acabados. En Tarazona se ha tenido sumo cuidado en restaurar y recuperar todo, incluido esto. Cada capilla, tal y como apuntó muy bien Fernando Aguerri en la elaboración del plan director de la restauración, era un ámbito arquitectónico peculiar, y solo en el siglo XIX, cuando todas fueron perdiendo su patronazgo, fueron uniformándose. Eran como pequeñas iglesias autónomas. Creo que el visitante va a poder apreciar en parte lo que digo cuando vea cómo ha quedado la capilla de San Andrés tras la restauración, que es mucho más luminosa, acorde con la decoración que tiene".

 

La historiadora del arte, especialista en arte renacentista, no duda en afirmar algo que ya ha dicho en otras ocasiones, que la catedral de Tarazona es, por su decoración pictórica, la 'Capilla Sixtina' del arte renacentista español. Y es que, aunque prácticamente todo el interior está decorado con pinturas, destacan especialmente las localizadas en el cimborrio: un conjunto de figuras humanas desnudas, pintadas en 1546. Constituye una psicomaquia, término que se acuñó en el siglo IV para definir el combate entre la Virtud y el Vicio, dos conceptos enraizados en la Naturaleza humana. Esa lucha entre el Bien y el Mal (en el cimborrio turiasonense es, en realidad, entre la Castidad y la Lujuria, entre la Paciencia y la Ira), se plasma tanto a través de personajes que aparecen en la Biblia como de otros que aparecen en la mitología griega. El que esas figuraciones con desnudos sobrevivieran al Concilio de Trento (que aprobó un 'Decreto sobre las imágenes' que las prohibía) es un pequeño milagro.

 

Sin paralelo en España

Como ha asegurado ya la historiadora del arte, "no existe nada igual en España, y en Europa solo se pueden encontrar obras semejantes en cámaras privadas. No hay ninguna catedral que en su cimborrio tenga representadas figuras humanas con una desnudez tan elocuente".

 

La restauración ha sido realizada por la empresa Tekne, bajo la dirección técnica de Santiago Ferrete, del Instituto del Patrimonio Cultural de España; y José Félix Méndez y Esther Escartín, por parte del Gobierno de Aragón. Al iniciar la tarea, se conocían las pinturas que estaban en la parte alta de la capilla mayor. Pero se descubrió que la renovación del siglo XIX había ocultado que también había otras en los paramentos laterales.