MEDIO AMBIENTE

La calidad medioambiental del Ebro mejora, pero se detecta contaminación en los acuíferos

Según el informe anual de Control del Estado de las Masas de Agua, un 2,7% del total de las masas de agua de la cuenca son definidas como "deficientes", en algunos casos por incumpliento de normativas.

Las masas fluviales del río Ebro continúan mejorando de forma progresiva en cuanto a calidad medioambiental, aunque se detecta todavía contaminación difusa en las aguas subterráneas que discurren por los acuíferos de la cuenca.


Ésta es la principal conclusión del informe anual de Control del Estado de las Masas de Agua (Cemas) hecho público por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), elaborado a partir de todos los datos recogidos a lo largo de 2010 en aguas superficiales, subterráneas, embalses, lagos y zonas protegidas de la cuenca.


Así, con los datos obtenidos en 701 masas superficiales y 105 subterráneas, el Organismo de Cuenca observa una tendencia positiva de mejora de las masas fluviales en general, con problemas puntuales en los acuíferos, objeto de seguimiento y análisis por parte de las administraciones competentes.


En relación a las aguas superficiales, el informe, que evalúa tanto el estado ecológico como la composición química de los cauces, destaca que de las 643 masas propiamente fluviales, 554 presentan un estado entre bueno y muy bueno, a las que suman otras 50 con un diagnóstico moderado.


En el Eje del Ebro, el estudio confirma que todos los tramos que se han analizado presentan un estado que oscila desde el moderado hasta el muy bueno.


En cuanto a los controles realizados en aguas superficiales destinadas al abastecimiento, que se realizan en poblaciones con más de 500 habitantes, se concluye que todos los puntos de muestreo analizados se encuentran en buen estado, lo mismo que los tramos declarados de interés piscícola, un total de quince en toda la cuenca en los que no se ha detectado ningún incumplimiento.


En términos generales, el informe señala que ninguna de las masas de agua de la cuenca presenta un estado ecológico malo, pero advierte de que 18 de ellas, un 2,7% del total, son definidas como "deficientes", en algunos casos por incumplimientos derivados una mayor presión humana o por los efectos de la contaminación difusa.


Esta situación afecta también a las aguas subterráneas, cuyo estado continúa la tendencia de 2009 al detectarse 20 incumplimientos en la composición química en el conjunto de las 105 masas analizadas.


El informe detecta, por otra parte, que la generalización de la depuración en ciudades y pueblos y las medidas establecidas por las comunidades autónomas para las buenas prácticas agrarias han permitido "mantener e incluso mejorar" los indicadores básicos de calidad de las aguas.


Los datos en embalses muestran una mejora en el estado trófico de algunos de ellos, mientras que de los sesenta lagos analizados, un 74% alcanzan un estado ecológico "bueno o muy bueno".


El informe también recoge datos sobre la campaña de lucha contra la invasión de mejillón cebra, y destaca que las acciones desarrolladas entre mayo y septiembre de 2010 para la detección de larvas dieron como resultado 22 positivos en las 983 muestras realizadas en siete comunidades autónomas de la cuenca y 39 subcuencas.


El Organismo de Cuenca ha desarrollado otros informes biológicos en colaboración con investigadores externos para estudiar, entre otras cuestiones, la proliferación de plantas acuáticas (macrófitos) en el Bajo Ebro, aguas abajo del sistema formado por los embalses de Mequinenza-Ribarroja y Flix.


Además, la CHE tiene en proceso de elaboración un estudio sobre los indicadores biológicos en el río Ebro a su paso por Zaragoza en los periodos de "estiaje extremo".