Detenido en Huesca el cabecilla de una red que captaba 'mulas' para traer cocaína desde el Caribe

La Policía Nacional ha incautado 8,2 kilogramos de droga, escondida en paquetes de café y tabletas de chocolate, y arrestado a otras dos personas en los aeropuertos de Zurich y Punta Cana. 

La droga fue incautada en distintos aeropuertos internacionales.
La droga fue incautada en distintos aeropuertos internacionales.
Policía Nacional

La Policía Nacional de Huesca ha desmantelado una red criminal dedicada a importar droga desde la República Dominicana a España. El cabecilla de la misma, que ha sido detenido, residía en la capital oscense, lo mismo que dos personas, también arrestadas, a las que usó como 'mulas' para transportar la sustancia y que fueron interceptadas en los aeropuertos de Zurich y Punta Cana. En total se han incautado 8,2 kilogramos de cocaína y también hay un cuarto imputado por tráfico de drogas. 

La operación se bautizó con el nombre de Madriguera. Según ha explicado este lunes la comisaría provincial de la capital oscense, el cerebro de la trama se dedicaba a captar 'mulas' para viajar hasta el país caribeño e regresar con la droga camuflada en el equipaje. Una vez en España, disponía de los contactos necesarios para distribuir la cocaína por Huesca y otras ciudades del país.

La investigación se inició hace más de un año,. Fue entonces cuando los agentes del Grupo de Estupefacientes de Huesca detectaron que un ciudadano de origen dominicano que residía en la ciudad utilizaba como 'mulas' a varias personas. "La función de los seleccionados consistía en realizar viajes a países de Sudamérica y regresar a España o a otro país de la zona Schengen portando camufladas en su equipaje sustancias estupefacientes en grandes cantidades", según la Policía. 

Este captador, añade, contactaba con personas de confianza de su entorno social y les ofrecía dinero a cambio del viaje. "Les presentaba incluso a terceras personas que habían realizado ya alguno con resultado provechoso, animándoles así a tomar la decisión".

El cabecilla controlaba todos los detalles, desde el contacto en la República Dominicana para obtener la droga, hasta cómo llegaba esta a la 'mula', a la que facilitaba su paso por frontera. Organizaba el alojamiento, la compra de billetes e incluso los enseres prácticos para simular un viaje de placer. También les daba instrucciones para pasar por los controles del aeropuerto.

Los agentes lograron identificar a dos 'mulas' que se habían desplazado hasta la República Dominicana. La Policía activó los mecanismos de cooperación policial internacional, que permitieron interceptar dos alijos portados por otras tantas personas. Se las detuvo en los aeropuertos e ingresaron en prisión.

Uno de los residentes en Huesca detenidos fue cazado en el aeropuerto de Zúrich (Suiza), a su llegada en un vuelo procedente de Santo Domingo (República Dominicana). En su equipaje llevaba 3,8 kilogramos de cocaína escondidos en el interior de paquetes de café.

Al otro se le pilló en el aeropuerto de Punta Cana (República Dominicana). Era una mujer que portaba en su equipaje de mano ocho paquetes con 4,4 kilogramos de cocaína, esta vez disimulada en tabletas de chocolate.

También se ha imputado dentro de esta operación a otro ciudadano de origen dominicano afincado en Burgos, integrante de esta red, dedicado a recibir parte de esta sustancia estupefaciente, adulterarla y distribuirla tanto al por mayor como a consumidores finales.

Tras estas detenciones, se procedió a la detención del captador, cabecilla de esta organización quien, una vez que había introducido la mercancía en España, disponía de los contactos para realizar la ocultación y distribución por diferentes ciudades del país.

La Operación Madriguera desarrollada en los últimos días es continuidad de una con el mismo nombre desarrollada en Huesca hace casi un año y que permitió desmantelar la red de distribución local encargada de introducir y vender la droga. Se saldó con la mayor cantidad de cocaína intervenida en la ciudad (1.613 gramos). La distribución se hacía desde dos domicilios del centro y un bar. En uno de los registros aparecieron 21 gramos en un hueco habilitado en el ascensor y medio kilo en una caleta bajo el suelo del patio de vecinos. Uno de los camellos hacía el reparto en patinete.  

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