Aire fresco en la residencia Sagrada Familia de Huesca, donde murió un usuario por calor

El Gobierno de Aragón invertirá más de 360.000 euros en la intervención. También se acondicionará  la instalación eléctrica y se colocará una iluminación más eficiente.

La consejera de Bienestar Social, Carmen Susín, conversa con una usuaria de la residencia Sagrada Familia.
La consejera de Bienestar Social, Carmen Susín, conversa con una usuaria de la residencia Sagrada Familia.
Veronica Lacasa

Esta misma semana van a iniciarse en la residencia de mayores Sagrada Familia de Huesca las obras para ampliar y reforzar el sistema de climatización del centro, donde en agosto del año 2023 murió un usuario de 89 años por un golpe de calor y covid. Estos trabajos permitirán además regularizar la instalación eléctrica de baja tensión y mejorar la eficiencia energética de la iluminación del centro con tecnología LED. La inversión total será de 362.649,10 euros y el plazo de ejecución previsto es de cuatro meses.

La consejera de Bienestar Social, Mamen Susín, ha visitado la residencia este lunes acompañada de la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna y del nuevo director provincial del IASS (Instituto Aragonés de Servicios Sociales), Carlos Oliván. Junto a ellos ha estado la flamante directora del centro, Reyes Álvarez. 

Susín ha explicado que junto a la climatización se licitaron las obras para construir dos unidades de convivencia en la segunda planta del edificio, con capacidad para 10 personas cada una. El concurso, por 610.477,76 euros, ha quedado desierto. "Iban en el mismo lote, pero las hemos separado para que agilizar los trabajos de climatización y que este verano, cuando llegue el calor, los mayores y los empleados tengan un confort climático como es propio de estos tiempos". 

La consejera ha indicado que el contrato de las unidades de convivencia se volverá a sacar a licitación "mejorado". Asimismo, ha señalado que la recepción de fondos europeos se ha dado un impulso a este nuevo modelo de asistencia a los mayores. Mamen Susín ha apuntado que estos espacios propician "otra firma de vida" para los residentes. "Además de habitaciones, tienen  salón y cocina para que ellos puedan hacerse, si quieren , alguna comida", ha subrayado. Su puesta en marcha responde a un paradigma de cuidados centrado en la atención a la persona y con el que se pretende fomentar la autonomía de cada uno de los usuarios.

La residencia, que depende del IASS, cuenta con 106 plazas disponibles, de las cuales están ocupadas 86. Otras 25 se ofrecen para estancias diurnas. La plantilla está formada por casi 100 trabajadores. 

Las obras que empezarán este miércoles mejorarán el confort climático de la residencia e incluyen tanto la sustitución de equipos que estaban averiados o presentaban un bajo rendimiento como la instalación de varios nuevos en espacios comunes, como los comedores o el centro de día.

La residencia Sagrada Familia es un edificio construido como hospital para pacientes de tuberculosis en la década de los 50 del siglo pasado y que se ha sometido a varias reformas. En los últimos años se han actualizado las redes de suministro o la fontanería, entre otras actuaciones.

Aspace

Después, la consejera se ha trasladado a la sede de Aspace Huesca, que atiende a personas con parálisis cerebral y discapacidades afines. Susín se ha reunido con el director de la entidad, Francisco Ratia, y con varios miembros de su junta directiva. Con todos ellos ha compartido la necesidad de contar con apoyos, recursos y servicios específicos para que quienes conviven con la discapacidad puedan desenvolverse con la máxima autonomía posible y desarrollar plenamente sus capacidades.

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