Huesca retomará la reurbanización de las calles del centro peatonalizadas a medias

El equipo de gobierno del PP está a punto de recibir ya la redacción del proyecto de la calle Zaragoza y luego seguirá con Alcoraz y plaza Navarra. Los comerciantes rechazan una limitación total de tráfico.

Taxis, bicis, transporte de carga y descarga, vehículos particulares y peatones conviven en la calle Zaragoza de Huesca.
Taxis, bicis, transporte de carga y descarga, vehículos particulares y peatones conviven en la calle Zaragoza de Huesca pese a estar peatonalizada.
Verónica Lacasa

El PP impulsó entre 2011 y 2015 una profunda renovación urbanística del centro de Huesca para favorecer la peatonalización, pero quedaron sin ‘tocar’ algunas calles y plazas. Y después de que el PSOE decidiera priorizar las inversiones de los dos últimos mandatos en otros puntos como el paseo Ramón y Cajal, ahora los populares, con Lorena Orduna, quieren terminar de reurbanizar el corazón comercial de la ciudad que sigue peatonalizado a medias ya que solo se colocaron maceteros para restringir el tráfico.

El equipo de gobierno está a punto de recibir la redacción del proyecto de reurbanización de la calle Zaragoza, en el tramo comprendido entre la plaza de Navarra y la calle Cabestany, adjudicado a finales de año al arquitecto Sixto Marín con un plazo de tres meses y un coste de 12.500 euros.

Además, según explica el concejal de Urbanismo, Iván Rodríguez, también están ultimando la licitación de una actuación similar en la calle Alcoraz y están avanzando igualmente con los trámites de proyecto de la plaza de Navarra. "Con el proceso que inició Ana Alós quedaron muchas calles que son peatonales pero que no se ha actuado en ellas y la idea es ir haciéndolo poco a poco», señala. Y es que por ahora no hay presupuesto para acometer obras, "pero queremos tener ya preparados los proyectos para ir ejecutándolos a lo largo de esta legislatura".

El PP pretende que estas calles y plazas tengan una plataforma única siguiendo el "estilo" de urbanización de los Porches o el Coso para homogeneizar la imagen del centro "y potenciarlo de cara al comercio y al turismo", resalta.

El presupuesto de este año sí que tiene reservados 500.000 euros para iniciar las obras del último tramo pendiente del Coso Alto, desde la plaza de la Inmaculada hasta la calle Amistad, que cuenta con fondos europeos captados por el gobierno socialista.

Los comerciantes de la calle Zaragoza aplauden la "mejora estética" que conllevará la actuación, pero insisten en que no se limite la circulación de la carga y descarga, taxis, autobús urbano y de particulares con garajes o con permisos especiales ya que es uno de los principales accesos al centro.

La calle Zaragoza está dentro del área peatonal de Huesca, pero permite el paso restringido de vehículos.
La calle Zaragoza está dentro del área peatonal de Huesca, pero permite el paso restringido de vehículos.
Verónica Lacasa

Ana Escorihuela, de la tienda Ana E., admite que "las zonas peatones siempre son más agradables estéticamente", pero rechaza una prohibición de tráfico. "Sería inviable porque hay un gran trasiego de vehículos", destaca.

Mientras, Casandra Cajal, de Mango, también cree que la ‘T’ cerrada por completo al tráfico que forman los Porches y el Coso es "más que suficiente" y por ello defiende que las calles Zaragoza y Alcoraz continúen permitiendo el acceso restringido. No obstante, también cree que "alguna reforma urbanística hay que hacer porque lo que no puede ser es que se llame zona peatonal, pero no se haya arreglado nada", señala.

Rebeca Ibort, de Bambäla Shop, apoya igualmente la idea de dar uniformidad estética al centro "porque la gente pasea más por una acera de diez metros que por otra de dos y queda mejor estéticamente, aunque luego dependerá de cómo se ejecute y en qué condiciones quede la calle".

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