Despintan una línea continua de 6 km entre Grañén y Robres tras las quejas

El Gobierno de Aragón ha rectificado la criticada señalización horizontal que renovó hace algo más de un mes dentro de los trabajos de mejora de la A-1214.

Imagen del tramo con línea continua de la A-1214 entre Grañén y Robres antes y después de ser despintada.
Imagen del tramo con línea continua de la A-1214 entre Grañén y Robres antes y después de ser despintada.
Heraldo

Los usuarios de la carretera A-1214 entre Grañén y Robres han tenido que armarse de paciencia durante un mes si se topaban con un vehículo lento en el tramo recién acondicionado por el departamento de Fomento del Gobierno de Aragón. Y es que como colofón a los trabajos completados, fue renovada la señalización y pintada una línea continua de más de 6 kilómetros, incluyendo tramos con buena visibilidad, lo que ralentizaba la circulación y ocasionaba largas colas.

Ante las quejas de los vecinos, la línea continua ha sido eliminada en parte. En concreto, el despintado de varios segmentos tuvo lugar la semana pasada. Excepto algún pequeño trecho, ocupaba gran parte del trayecto existente entre el acceso a Grañén y el cruce en dirección a Montesusín y Frula.

El alcalde de esta última localidad, Joaquín Monesma, fue el que elevó las quejas vecinales al subdirector provincial de Carreteras del Gobierno de Aragón, Servando García, que se desplazó a la zona y resolvió eliminar parte de la nueva señalización horizontal.

"La línea continua se extendía mucho más allá de lo necesario, limitando al máximo los adelantamientos y dificultando la circulación. No tenía lógica. De hecho, una de las cuestiones en las que insistimos fue en que se trata de una zona agrícola y ganadera y por lo tanto, con una alta presencia de tractores, camiones o cosechadoras", explica Monesma. Aunque la administración necesita su tiempo y ha sido necesario elaborar un nuevo proyecto, se muestra satisfecho con la solución. "Al final, hemos tenido que esperar algo más de un mes, pero ya ha sido despintada", subraya.

El problema llegó además tras un año entero de obras y en consecuencia, de cortes, desvíos y molestias para los usuarios habituales de este tramo carretero, que ha sido acondicionado y después, reasfaltado. La primera fase, que arrancó en noviembre de 2022, supuso una inversión de 260.000 euros y la segunda alcanzó los 750.000. Antes del propio refuerzo del firme, se llevó a cabo la mejora de cunetas y obras de fábricas, mejorando la anchura de la vía y por lo tanto, la seguridad.

A finales del próximo mes de enero, está previsto que comiencen los trabajos de mejora del siguiente tramo, es decir, entre el cruce hacia Montesusín y Frula y el acceso a Robres. Las actuaciones cumplen con una larga demanda vecinal, por la estrechez de la vía y el mal estado del firme.

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