Educación sostiene que la escuela de Caneto "nunca ha existido"

La consejería justifica el cierre por la "inseguridad jurídica" de la administración, ya que el suelo mantiene el uso rústico. 

Unas edificaciones de maderas alojan las aulas donde estudian los niños de Caneto.
Unas edificaciones de maderas alojan las aulas donde estudian los niños de Caneto.
Heraldo

El Gobierno de Aragón ha justificado el cierre de lo que califica como la "falsa" escuela de Caneto, donde estudian 21 niños, por la "inseguridad jurídica" que plantea a la administración y a las familias, al carecer de permisos oficiales, fundamentalmente por su ubicación en suelo rústico.

Este miércoles, el director general de Planificación y Centros de la consejería de Educación, Luis Mallada, ha salido al paso de las críticas de los partidos de la izquierda parlamentaria. Ha sido un día después de que las familias se manifestaran en Huesca y reclamaran al departamento el inicio de un proceso de diálogo para regularizar la situación del centro, evitando así el traslado de los niños al colegio de La Fueva.

"La escuela de Caneto nunca ha existido como tal", ha empezado diciendo el director general en una comparecencia ante los medios, "porque no tiene código de centro, no ha sido publicada en un BOA y no han llevado los trámites necesarios para poder abrir un centro educativo". 

Luis Mallada se ha referido a los intentos por regularizar la situación. "Los alumnos de la falsa escuela de Caneto estaban matriculados en el colegio de La Fueva y los profesores adscritos al colegio de La Fueva, porque como Caneto no tenía ningún sustento legal utilizaron esa fórmula para intentar darle este falso sustento".  

"Hemos pensado en el bien superior del menor porque todos los alumnos de Aragón tienen que estar en un centro educativo realmente autorizado por el departamento y con los requisitos que marca el decreto legal que especifica qué espacios y cómo deben ser los espacios", ha declarado.

El departamento tiene constancia de que las aulas prefabricadas están en una zona de pastos, "cerrada por una alambrada que parece que puede ser electrificada y no consideramos que sean condiciones adecuadas". 

Según ha manifestado el director general, cuando la inspección conoció que había 20 alumnos matriculados en La Fueva pero que seguían las clases en otro centro, hizo una visita y en un informe "clarísimo" denunció la situación, "sobre todo la inseguridad jurídica que les produce a la administración, a las familias y al propio equipo directivo del CEIP La Fueva. No tenemos otra finalidad que los alumnos estén bien". 

Frente a las críticas de que es un ataque a la escuela rural, ha replicado que la educación rural es una de las prioridades del departamento, como demuestra el hecho de mantener aulas con tres alumnos. Además, se ha ofrecido a las familias transporte y comedor gratuito desde el día 13, y hasta entonces ayudas individuales. 

Y sobre la intención de los padres de no trasladar a los niños, el responsable educativo ha avanzado su disposición a hablar de cualquier alternativa de quedarse en el pueblo, "pero debe hacerse una solicitud de autorización de centro, porque la presentada en su día fue denegada y no tenemos constancia de otras". "Si el Ayuntamiento quiere que la escuela se abra tendría que pasar por todos los requisitos". 

El cierre se comunicó a las familias a través de la directora del colegio de La Fueva, que representa al departamento y es la responsable de los alumnos y del profesorado. Las familias no entienden la decisión después de cinco años en los que la consejería y las entidades locales han estado invirtiendo en las aulas de Caneto y dotándolas con profesores del concurso público de traslados.  

Por su parte, el portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Socialista, Ignacio Urquizu, ha denunciado hoy la improvisación, la falta de diálogo y el ataque claro a la escuela rural del Gobierno PP-Vox. El diputado ha indicado que su propuesta, "antes de hacer algo tan grave como cerrar un colegio con 21 niños, hubiera sido reunirnos con el Ayuntamiento, la comunidad educativa y las familias, buscar alternativas y tratar de resolver el problema burocrático existente con el suelo" debido a una impugnación del Plan General en los tribunales. "Mucha documentación está en marcha. La solución adecuada no es cerrar”.

Asimismo ha denunciado “la improvisación, ya que no se puede cerrar un colegio de un día para otro, esto es, había que buscar alternativas y dialogar”. Y el "ataque claro" a la escuela rural, al ser un centro ubicado en una de las zonas más despobladas de Aragón. "La decisión no hubiera sido igual en la ciudad de Zaragoza”.

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