Educación cierra un aula sin legalizar a la que asistían 21 niños en Caneto
Llevaba cinco años funcionando y ahora los alumnos serán trasladado al colegio de Tierrantona, dentro del mismo municipio pero a 40 minutos de viaje.
El departamento de Educación, Ciencia y Universidades ha comunicado el cierre de un aula que llevaba cinco años sin estar legalizada en la localidad de Caneto, perteneciente al municipio de La Fueva, en la comarca del Sobrabre, a la que asisten 21 niños. Estos, según el Gobierno de Aragón, podrán seguir recibiendo el servicio educativo en el colegio de Tierrantona, en ese municipio, centro en el que están oficialmente matriculados. "El centro lleva en funcionamiento cinco años sin autorización", aseguran desde la DGA.
La comunidad educativa del aula de Caneto rechaza la medida alegando que el cierre no debería ser la única opción al proceso de regularización emprendido y que el traslado implica llevar a diario a los niños por una carretera en malas condiciones, un viaje que dura 40 minutos.
El cierre se ha comunicado este viernes al Servicio Provincial de Educación de Huesca, quien avisará el lunes a la dirección del colegio de La Fueva y a las familias del traslado de este grupo de alumnos. Dicho alumnado tendrá derecho a la gratuidad de comedor y a transporte escolar, con ayuda individual hasta que se contrate una nueva ruta de autobús, ha informado la DGA.
La consejería ha advertido de que en el Registro de Centros Docentes no Universitarios de Aragón no consta la existencia de un centro educativo en la localidad de Caneto y que los reiterados informes de los técnicos de la DGA han sido todos desfavorables para la creación del mismo, por no cumplir los requisitos mínimos exigidos por el Real decreto 132/2010 para su habilitación como espacio docente.
Entre otros, se señala la inexistencia de certificación por técnicos competentes del abastecimiento de agua potable, energía eléctrica solar y conexión a internet; ausencia de un proyecto de legalización; no constancia de la modificación del uso catastral del suelo cedido por la Confederación Hidrográfica del Ebro originalmente como pastos a su autorización para uso urbanístico. A este respecto, no consta la realización de actuaciones que subsanen las incidencias observadas.
Según Educación, fue la propia directora del colegio de La Fueva la que alertó, ante el nuevo curso escolar, de las conductas administrativas y docentes no sujetas a norma desarrolladas desde Caneto y que generaban "gran inseguridad" al centro que ella dirige. Ante ello, y a solicitud de la directora provincial de Educación en Huesca, la Inspección visitó las instalaciones, "confirmando las irregularidades".
Por su parte, el Ayuntamiento de La Fueva, que lleva varios años negociando con Educación la regularización, se ha mostrado "prudente" a la hora de valorar la medida. "La mayor preocupación son los niños. Como Ayuntamiento nos preocupa su seguridad", ha señalado el concejal Carlos Esplugas, en alusión al problema del transporte, ya que los alumnos deberían trasladarse cada día por una pista forestal que hasta hace unos años no se asfaltó, y una carretera secundaria, unos 40 minutos de viaje. Precisamente se apoyó el proyecto educativo porque implicaba no tener que desplazar a los alumnos, y dado que era un pueblo con muchas familias jóvenes con menores.
El Ayuntamiento pidió una reunión con la nueva directora provincial de Educación, Mónica Martínez, tras la inspección, en la que esta alegó que la decisión dependía de Zaragoza, según ha explicado Esplugas.
Por su parte, la comunidad educativa de la escuela rural de Caneto, O Chinebro, ha criticado en un comunicado que después de cinco años de andadura dentro del sistema público, el nuevo departamento de Educación la quiera cerrar como única opción para dar solución a la situación de regularización pendiente.
Alegan que Caneto, pueblo cedido por la Confederación Hidrográfica del Ebro a nuevos moradores desde los años 80, es un ejemplo de la España repoblada en un municipio escasamente habitado. "Gracias a su escuela cuenta con un 47% de población infantil y es el segundo pueblo más habitado del valle de La Fueva", dicen.
Defienden el centro como una escuela "de calidad" y "sostenible", con un proyecto educativo "sólido", y justifican que el traslado a la escuela de Tierrantona supondría "una imprudencia" por el viaje por las estrechas carreteras llenas de curvas, con hielo y nieve en invierno, para llegar a otro centro a 40 minutos de viaje. El cierre inmediato supone, dicen, "una vulneración de los derechos del infancia, una ruptura radical de sus rutinas y de su seguridad".
