Vuelven los okupas al edificio de la plaza San Voto de Huesca donde se declaró un incendio

A lo largo de la próxima semana se llevará a cabo el derribo del inmueble, donde el domingo 1 de octubre se registró un fuego por la quema de varios colchones en un patio interior.

Agentes de la Policía Local delante de la puerta del número 6 de la plaza de San Félix y San Voto este lunes.
Agentes de la Policía Local delante de la puerta del número 6 de la plaza de San Félix y San Voto este lunes.
Heraldo.es

El edificio ubicado en el número 6 de la plaza San Voto, en el centro de Huesca, se derribará a lo largo de la semana que viene. Es el calendario con el que trabajan los propietarios, que ultiman el proyecto para demoler la construcción tras el incendio registrado en su patio interior el 1 de octubre, y los responsables municipales.   

El derribo, según informaron desde el ayuntamiento, se llevará a cabo cuando los okupas que viven ahí y que quemaron los colchones que provocaron el fuego lo hayan abandonado. Con ese objetivo se colocó el mismo día del suceso un candado en la puerta de entrada. Pero los ocupantes han vuelto. En los últimos días, agentes de la Policía Local han realizado tareas de control de los pisos de este edificio para evitar intrusos. Este mismo lunes por la noche identificó a dos personas en su  interior, a las cuales se les pidieron sus datos de identidad. Ese mismo día, se realizaron gestiones con la propiedad para que cierre el acceso de forma eficaz. 

Por el momento, no se han producido nuevos incidentes, según indican fuentes municipales En las plazas San Félix y San Voto, una zona pendiente de reurbanización desde hace 35 años, de los 18 edificios existentes en 1988 solo quedan dos en pie. Durante este tiempo no se han concedido licencias de obras que pudieran suponer una mejora de las edificaciones ahí situadas. Poco a poco, la ruina las ha ido consumiendo. 

No obstante, el inmueble del número 6 de San Voto no está en esta situación, pero sí se encuentra deshabitado. Hasta no hace mucho había inquilinos que, ante el inminente derribo, dejaron sus casas, algunas con muebles incluidos.

Durante el confinamiento de 2020 por la pandemia la casa se ocupó de forma ilegal, pero el dueño denunció y todo quedó solucionado. En noviembre del año 2022 el propietario que tiene la mayoría del suelo les dijo que sacaran de los pisos todo lo que tuvieran porque la construcción iba a derruirse. 

Los okupas llegaron después de este desalojo. Antes, los vecinos de los alrededores ya habían denunciado en numerosas ocasiones la suciedad, la presencia de ratas y la maleza que se acumula en este espacio. 

Precisamente, el edificio donde se produjo el reciente incendio linda con  el colegio Sancho Ramírez. Este martes, la dirección del centro ha enviado a las familias de los escolares un mensaje para comunicarles que a partir del lunes 16 de octubre se va a proceder a la demolición de la casa "deshabitada"  que está colindante con el patio de recreo de los mayores. 

El comunicado indica que la empresa que llevará a cabo la demolición establecerá un perímetro de seguridad para evitar "cualquier circunstancia que pueda ser prejudicial para vuestros hijos e hijas". "Desde el centro pondremos la máxima atención para que siga habiendo normalidad en la vida del colegio", continúa el mensaje. El tiempo estimado de las obras es de dos semanas.   

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