La nieve asoma en las cumbres más altas de Benasque tras el desplome térmico y la lluvia
La Aemet avisa de un bajada de temperaturas, con registros inferiores a los habituales en estas fechas. El Ayuntamiento de Huesca ha cerrado e parque Miguel Servet por la alerta de fuertes vientos.
La cuarta ola de calor del verano ha terminado y la borrasca Betty, a su paso por el Pirineo aragonés, ha dejado nieve en las cumbres más altas de la zona de Benasque. Este domingo, tras la lluvia que ha dejado 35 mm en la zona durante la madrugada, se avistado las laderas blancas en Sierra negra, el Aneto y las Maladetas. La estación meteorológica de Cerler-Colluga ha marcado una mínima de 0.7 grados.
La temperatura máxima registrada ha sido muy similar a las mínimas que marcaron los termómetros el viernes, el jueves y las jornadas anteriores en Benasque, con 16,3 grados, 18,5 menos que hace tres días. La semana que empieza este lunes, en la cual comienza el otoño meteorológico, será más fría de lo normal para la época del año en casi todo el país. Según ha avisado la Aemet, se producirá un acenso térmico durante los primeros días, pero podría volver a refrescar de cara al viernes, sábado y domingo. Para este lunes, la previsión apunta a un descenso de las mínimas en Huesca.
Además, la presencia de la borrasca Rea en el Mediterráneo occidental provocará rachas de viento que pueden llegar a ser fuertes o muy fuertes en el Pirineo el entorno del bajo Ebro. El Ayuntamiento de Huesca, tras la recomendación de los Bomberos, ha cerrado este mediodía los accesos al parque Miguel Servet por el riesgo de fuertes ráfagas. Se prevén rachas de hasta 70 kilómetros por hora.
Asimismo, los responsables municipales recomiendan evitar transitar por las zonas arboladas como el cerro de San Jorge, pinar del Hospital Provincial, la ermita de Salas o la zona de las Fuentes de Marcelo, junto a la ribera de Isuela.
Este domingo se ha cumplido un mes de la gran tormenta registrada en la capital oscense. La lluvia, acompañada de fuertes vientos de hasta 82 kilómetros por hora, provocó inundaciones en varios puntos del casco urbano y graves daños en el arbolado de la ciudad. El parque Miguel Servet, donde cayeron varios ejemplares (algunos arrancados de raíz) permaneció cerrado durante 11 días por el peligro existente para los peatones.
