El Cordobés sufre una grave cornada en su despedida de San Lorenzo en Huesca

El diestro, que había sido homenajeado en la capital oscense, ha sido trasladado al hospital San Jorge con una cornada de 20 centímetros en el triángulo de Scarpa y una fractura en la mano.

El Cordobés, corneado en su corrida de despedida de San Lorenzo.
El Cordobés, corneado en su corrida de despedida de San Lorenzo.
Javier Navarro

Contaba El Cordobés, en el homenaje que el Ayuntamiento de Huesca le brindó por la mañana de este sábado, que lleva dos prótesis en su cadera. Dos remiendos de titanio como testimonio de una trayectoria de 30 años que este sábado por la tarde se despedía de Huesca. De una plaza que, horas después de ese reconocimiento institucional, aguardaba su último salto de la rana cuando todo se torció de manera repentina.

Todavía había gente acomodándose cuando Manuel Díaz resultó cogido por el primero de la tarde. Fue un visto y no visto. Un error de cálculo -y de facultades- que impidió que el diestro encontrase salida en su recibo capotero al hilo de las tablas.

El jolgorio se tornó en preocupación. La voltereta fue sobrecogedora. Y pronto se supo que El Cordobés llevaba una cornada en la parte superior del muslo y daños en la mano izquierda que sujetaba, entre gritos, tras ponerse en pie.

Rápidamente pasó a la enfermería, donde fue intervenido de una herida en el triángulo de Scarpa derecho -con un trayecto superior externo y otro inferior interno de 20 centímetros, según recoge el parte médico firmado por el doctor Enrique Crespo- antes de ser trasladado al hospital San Jorge de la capital oscense. Allí se supo que también sufre una herida contusa en el segundo dedo de la mano izquierda, con una fractura conminuta (en la que el hueso se rompe en dos o más fragmentos) de la falange media, con severo traumatismo en las partes blandas y en la arteria colateral radial.

El diestro, que se despedía de la plaza oscense, ha sufrido una cornada en el muslo y posible fractura de muñeca.

Evidentemente, El Cordobés no pudo proseguir con la lidia del encierro de Salvador Domecq y todo quedó reducido a un mano a mano entre El Fandi y Joselito Adame en la que debía ser su tarde, la tarde de uno de los toreros más queridos por la afición de Huesca. De ahí que, justo después de que se rompiera el paseíllo, las peñas le obsequiaran con una pañoleta verde; y antes, en ese referido homenaje de la mañana, el Consistorio tuviese el detalle de homenajearle.

Acto matinal

Si alguna vez hubo dudas sobre el apoyo del Ayuntamiento de Huesca a la fiesta de los toros, estas quedaron luminosamente despejadas con ese homenaje ofrecido a Manuel Díaz por toda la corporación como reconocimiento a su trayectoria, su participación en varias ferias taurinas de San Lorenzo y al cariño que siempre ha mostrado por la ciudad. Junto a la alcaldesa, Lorena Orduna, asistieron concejales del gobierno local (PP) y de los otros dos grupos, PSOE y Vox.

El Cordobés, que se retira después de tres décadas en los ruedos, recibió un cuadro con una albahaca de plata que, seguramente, depositará en el armario donde él guarda "sus cositas". Ahí tiene varias pañoletas verdes de Huesca, según comentó mientras la concejala Gemma Allué le anudaba otra alrededor de su cuello.

Antes, la alcaldesa le mostró las dependencias municipales y firmó en el libro de honor. Lorena Orduna recordó que a lo largo de sus 30 años como torero, El Cordobés ha pasado por Huesca en unas 10 ocasiones. Una fue en 1994 y de esa feria existe una curiosa foto, la que se hicieron junto a él la alcaldesa y Gemma Allué. Ambas fueron mairalesas aquellas fiestas y, junto a otras representantes de las peñas y los barrios, posaron con el joven diestro.

Díaz recordó que los inicios de su trayectoria estuvieron marcados por el abandono de su padre, Manuel Benítez, estrella del toreo en los años 60 y 70 que se desentendió de él y su madre, María Dolores Díaz. Una sentencia de 2016 reconoció dicha paternidad. «Ahora me llama todos los días y me quiere llevar al fútbol cuando yo nunca he jugado», contó.

Al acto asistieron también representes de las peñas recreativas, la empresa Tauroemoción y la Escuela Taurina. Al finalizar, el diestro atendió a quienes le pidieron una autógrafo o una fotografías; a quienes, apenas unas horas después, sufrieron en la plaza por su grave percance.

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