El cañón de Añisclo vuelve a abrir después de 285 días

Este viernes 4 de agosto, a las 13.00, se permitirá de nuevo el paso tras finalizar las obras en la carretera que discurre por este desfiladero de Ordesa, cortado desde octubre por un desprendimiento.

La DGA ha finalizado las obras de reparación de la carretera del cañón de Añisclo.
La DGA ha finalizado las obras de reparación de la carretera del cañón de Añisclo.
DGA

El cañón de Añisclo volverá a ser accesible desde este viernes 4 de agosto para los visitantes del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y los vecinos de los valles de Vió y Puértolas, según ha confirmado el director general de Carreteras en funciones, Bizén Fuster. 

La carretera HU-631, en Fanlo, que discurre por el espectacular desfiladero, se reabrirá a las 13.00 una vez acabadas las obras para reparar los daños del grave desprendimiento ocurrido el 24 de octubre de 2022. La actuación ha supuesto una inversión de unos 100.000 euros.

Al ser verano funcionará solo en sentido ascendente y la vuelta se realizará por la carretera Puyarruego-Buerba-Escalona, medida que pretende evitar el cruce de dos coches, al ser una vía muy estrecha, con una pared de roca a un lado y el río, al otro. 

El cierre en la primera parte del verano ha perjudicado al turismo en este sector del Parque Nacional. "Aún queda casi todo agosto", el mes con más visitantes, ha comentado Bizén Fuster, quien ha justificado la demora por razones de seguridad. Cada vez que llueve, se producen desprendimientos y los trabajos de limpieza de la calzada se tienen que aplazar tres o cuatro días hasta que pasa el peligro para los operarios y se puede garantizar su seguridad. 

Socavón provocado por el desprendimiento en la carretera del cañón de Añisclo.
Socavón provocado por el desprendimiento en la carretera del cañón de Añisclo.
Heraldo

Además, ha sido necesario realizar un largo proceso administrativo y solicitar autorización a la Confederación Hidrográfica del Ebro para reconstruir el talud que da al río, dañado por la caída de rocas.

Este acceso al valle de Vió y a la zona de Añisclo ya estuvo clausurado durante dos años, entre 2017 y 2018, debido al peligro de derrumbe de un túnel, donde hubo que hacer un proyecto de reparación con un coste de casi 2 millones de euros. 

Es una carretera estrecha de montaña afectada por frecuentes desprendimientos de rocas desde la margen izquierda, con paredes de casi 100 metros. De hecho, en 2019, una vigilante de Ordesa resultó herida de gravedad al caerle una piedra en la cabeza cuando limpiaba un desprendimiento en Añisclo.

Este sector del Parque Nacional recibe unos 140.000 visitantes al año. El alcalde de Fanlo, Horacio Palacio, denunció hace unos días que se están perdiendo unos 20.000 visitantes al año por los problemas en los accesos al cañón, "y luego será difícil recuperarlos". "Si hay que arreglar una carretera no hay otra solución, pero al menos pedimos agilidad", decía. 

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