Unos montañeros graban a un oso a 500 metros del refugio de Lizara

Cada vez son más habituales los contactos visuales dada la movilidad de los osos y el paulatino crecimiento del censo. 

Una imagen del vídeo realizado por los montañeros cerca del refugio de Lizara.
Una imagen del vídeo realizado por los montañeros cerca del refugio de Lizara.
Refugio de Lizara

El oso pardo se extiende paulatinamente por el Pirineo, cada vez con mayor movilidad entre la zona central y la occidental. Al mismo tiempo, la población crece, contabilizando en el último recuento oficial 76 ejemplares. Ambas circunstancias explican el mayor número de avistamientos cerca de zonas pobladas por el hombre. 

El último ha ocurrido en las inmediaciones del refugio de Lizara (Aragüés del Puerto). El domingo, un grupo de montañeros que hacía una travesía avistó a un oso cuando descendía desde el collado del Foratón al albergue. Captaron las imágenes con un teléfono móvil y el refugio las ha difundido en sus redes sociales.    

Unos montañeros detectaron al animal cuando descendían del collado de Foratón.

El oso huía de la presencia humana. "Iba corriendo en dirección contraria a la que venían ellos", ha explicado la guarda Charo Cantarero. El avistamiento se produjo a menos de 500 metros del refugio, a unos 1.700 metros de altitud. "Huellas hemos visto alguna vez, pero nunca un contacto directo como el de esta grabación y en el que se ve de forma tal clara que es un oso", añade.   

La presencia de osos en Aragón sigue siendo mínima respecto a otros territorios del Pirineo, como Cataluña o Francia. Según el informe elaborado por el Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso Pardo, en 2022 solo hubo rastro de cuatro ejemplares en las comarcas aragonesas. 

En la parte occidental, en la Jacetania, la que corresponden al refugio de Lizana, solo fue identificada la osa Claverina. Está en un área relativamente restringida, cerca de Navarra. Además, parece que otro oso frecuenta este mismo sector, por los rastros de pelo estudiados en el laboratorio de análisis genéticos de la Universidad Autónoma de Barcelona, que se encarga de identificar las muestras.

En el este, en la Ribagorza, se ha detectado al oso Douillous, que ya fue identificado varias veces en el valle de Benasque en 2021. Por la de Sobrarbe pasó el famoso Goiat, concretamente por el valle de Gistain. Sin embargo, cada vez hay más movimiento de un lado a otro.

En el valle de Arán, con mayor presión osera, los avistamientos son cada vez más habituales, incluso cerca de la carretera. En junio se produjeron dos en esa zona de Cataluña. En uno de los vídeos se podía ver a un ejemplar corriendo por la cuneta. 

La Fundación Oso Pardo, que trabaja en la Cordillera Cantábrica, reconoce que el incremento de la población en los últimos años aumenta la probabilidad de encuentros con personas, sobre todo porque hay más gente haciendo actividades en la montaña. Pero muy pocas veces se producen incidentes. Según los expertos de esta entidad, un oso puede resultar peligroso "si está herido, si se trata de una hembra con cachorros, si ha sido hostigado por perros o si ha sido sorprendido en su osera o comiendo una carroña". 

El incidente más grave ocurrido en Aragón se registró en noviembre de 2020. Un cazador se encontró con una osa en el Valle de Lierp durante una batida de jabalí. El animal, asustado por los perros, lo atacó y él le disparó y la mató. El juzgado archivó la causa al entender que actuó en defensa propia. 

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